«Ascetismo.

El ritual budista de la momificación, Sokushinbutsu, es una de las más tortuosas y horribles formas de morir. Y una de las pocas, aseguran muchos, de alcanzar el verdadero ascetismo.

Aunque los monjes momificados son bien conocidos, exhibiéndose en algunas ocasiones como atracciones turísticas, el proceso exacto por el que pasan los monjes para alcanzar la iluminación no es precisamente bien conocido.

Dolor. Dolor trascendental, transformador. No sólo los budistas lo consideran necesario, en muchas culturas y tradiciones alrededor del mundo, se cree que ascender a un estrato distinto de existencia sólo es posible a través del dolor.

Los monjes que se someten al Sokushinbutsu, se dice, deben morir cuatro veces. Morir, renacer, sufrir, y morir de nuevo.

Cuatro veces.

Como el cambio de las estaciones, en las que la naturaleza muere y renace cada año, cuatro veces.

¿Es que existe método para alcanzar la muerte múltiples veces? Por supuesto. La respuesta, en realidad, debería ser obvia.

Veneno.

Los iluminados son alimentados con veneno. Uno lento, silencioso, tan cruel como paciente. El vómito que provoca, los espasmos que causa, el sudor excesivo que deshidrata, todo busca nada más que purificar.

Después de todo, ¿qué es la muerte, sino un proceso de purificación? ¿Qué es el veneno, sino un antídoto a la vida?»
«Ascetismo. El ritual budista de la momificación, Sokushinbutsu, es una de las más tortuosas y horribles formas de morir. Y una de las pocas, aseguran muchos, de alcanzar el verdadero ascetismo. Aunque los monjes momificados son bien conocidos, exhibiéndose en algunas ocasiones como atracciones turísticas, el proceso exacto por el que pasan los monjes para alcanzar la iluminación no es precisamente bien conocido. Dolor. Dolor trascendental, transformador. No sólo los budistas lo consideran necesario, en muchas culturas y tradiciones alrededor del mundo, se cree que ascender a un estrato distinto de existencia sólo es posible a través del dolor. Los monjes que se someten al Sokushinbutsu, se dice, deben morir cuatro veces. Morir, renacer, sufrir, y morir de nuevo. Cuatro veces. Como el cambio de las estaciones, en las que la naturaleza muere y renace cada año, cuatro veces. ¿Es que existe método para alcanzar la muerte múltiples veces? Por supuesto. La respuesta, en realidad, debería ser obvia. Veneno. Los iluminados son alimentados con veneno. Uno lento, silencioso, tan cruel como paciente. El vómito que provoca, los espasmos que causa, el sudor excesivo que deshidrata, todo busca nada más que purificar. Después de todo, ¿qué es la muerte, sino un proceso de purificación? ¿Qué es el veneno, sino un antídoto a la vida?»
Me encocora
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