Era agotador usar sus habilidades, pero si quería vivir debía tener un lugar seguro, sus fotos servían con sangre, dio bastante de la suya solo para materializar una casa por fortuna lo logro, aunque ahora fingiria como una taberna de pasó así podría atraer incautos y beber de su sangre cuando estuvieran borrachos.

Los problemas llegaron cuando incluso en ese mundo existían los padres y monjes pervertidos por la bebida, ahora estaba demasiado borracho como para cerrar esa pequeña sala de su hogar.

— demonios... Maldto padre... Solo me pega la sangre así...