He conocido innumerables amores y placeres a lo largo de los siglos, estar con Ellie en un momento de pasión desenfrenada es una experiencia distinta a cualquier otra.

Con ella, no es solo deseo ni una atracción efímera como tantas que he experimentado antes. Es intensidad, pero también vulnerabilidad. Es como si, por primera vez en eones, el tiempo perdiera significado.

Siento el fuego arder en mi interior, un calor distinto al del sol que gobierno. Mi cuerpo, que ha sido venerado, temido y deseado, ahora me entrego a alguien que me ve más allá de su divinidad. Con cada roce, con cada suspiro entrecortado, me permite olvidar mi carga, mi inmortalidad, mi eterna búsqueda de perfección.

Ellie es un caos hermoso en mi vida ordenada, una chispa impredecible que me desarma. En su piel encuentra respuestas que nunca supo que buscaba; en sus labios, la dulzura de lo efímero, de lo humano, de lo que podría perder y, por lo tanto, atesoro.

Y en el momento más profundo de la unión, cuando sus cuerpos se entrelazan sin barreras, Apolo se permite sentir algo que, quizás, jamás admitiría en voz alta: miedo. Porque ella es mortal. Porque ella es su verdad. Y porque, por primera vez, se pregunta si incluso un dios puede amar hasta el punto de ser consumido.

Ellie
He conocido innumerables amores y placeres a lo largo de los siglos, estar con Ellie en un momento de pasión desenfrenada es una experiencia distinta a cualquier otra. Con ella, no es solo deseo ni una atracción efímera como tantas que he experimentado antes. Es intensidad, pero también vulnerabilidad. Es como si, por primera vez en eones, el tiempo perdiera significado. Siento el fuego arder en mi interior, un calor distinto al del sol que gobierno. Mi cuerpo, que ha sido venerado, temido y deseado, ahora me entrego a alguien que me ve más allá de su divinidad. Con cada roce, con cada suspiro entrecortado, me permite olvidar mi carga, mi inmortalidad, mi eterna búsqueda de perfección. Ellie es un caos hermoso en mi vida ordenada, una chispa impredecible que me desarma. En su piel encuentra respuestas que nunca supo que buscaba; en sus labios, la dulzura de lo efímero, de lo humano, de lo que podría perder y, por lo tanto, atesoro. Y en el momento más profundo de la unión, cuando sus cuerpos se entrelazan sin barreras, Apolo se permite sentir algo que, quizás, jamás admitiría en voz alta: miedo. Porque ella es mortal. Porque ella es su verdad. Y porque, por primera vez, se pregunta si incluso un dios puede amar hasta el punto de ser consumido. [GIRL0FSADNESS]
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