Domingo por la tarde, y la ciudad descansa bajo un invierno tranquilo. Ivory pasea sin rumbo hasta que el sol, tibio entre el frío, lo seduce con su suave caricia en la piel. Encuentra un banco en el parque y, en lugar de sentarse, se recuesta sobre él, dejando que la luz bañe su rostro.
Por un momento, cierra los ojos. El calor sobre su piel contrasta con el aire gélido.
── Si pudiera quedarme aquí, sin moverme, sin pensar… Sin sentir... ──susurra solo para si mismo.
Por un momento, cierra los ojos. El calor sobre su piel contrasta con el aire gélido.
── Si pudiera quedarme aquí, sin moverme, sin pensar… Sin sentir... ──susurra solo para si mismo.
Domingo por la tarde, y la ciudad descansa bajo un invierno tranquilo. Ivory pasea sin rumbo hasta que el sol, tibio entre el frío, lo seduce con su suave caricia en la piel. Encuentra un banco en el parque y, en lugar de sentarse, se recuesta sobre él, dejando que la luz bañe su rostro.
Por un momento, cierra los ojos. El calor sobre su piel contrasta con el aire gélido.
── Si pudiera quedarme aquí, sin moverme, sin pensar… Sin sentir... ──susurra solo para si mismo.