¡Creo que le caerás muy bien!. - Dijo el hombre al cachorro que encontró en uno de sus paseos, después de la noche fría, no creyó prudente dejarlo más en aquel lugar, pronto moriría de frio, Abel, bajo aquella apariencia ruda y cruel, tenía corazón de pollo. -

Tendrás que aprender pronto algunos trucos, ¡Eeh!, serás quien la cuide y proteja mientras no esté yo.

¡Creo que le caerás muy bien!. - Dijo el hombre al cachorro que encontró en uno de sus paseos, después de la noche fría, no creyó prudente dejarlo más en aquel lugar, pronto moriría de frio, Abel, bajo aquella apariencia ruda y cruel, tenía corazón de pollo. - Tendrás que aprender pronto algunos trucos, ¡Eeh!, serás quien la cuide y proteja mientras no esté yo.
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