Hoy, mientras caminaba por los interminables pasillos del centro de archivistas de Azurheim, tuve un encuentro que, para ser honesta, prefiero evitar. Allí estaba Kalyndra, con esa actitud que parece gritar "compite conmigo" incluso cuando no hay razón para hacerlo.
Con su andar altivo y esa mirada cargada de juicio, se detuvo justo frente a mí, dejando escapar uno de sus comentarios.
K: ¿No deberías estar revoloteando por el mundo humano? Eso de andar vagando parece más tu estilo que estar aquí.
M: Al menos yo ver el mundo con mis propios ojos, en lugar de conformarme con los mismos libros polvorientos de siempre.
Por un instante, su expresión se endureció, y no pude evitar preguntarme si había tocado un punto sensible. Sin embargo, lejos de calmarla, mi respuesta pareció avivar su fuego interno.
La tensión en el aire era palpable, y aunque nuestras palabras no pasaron a algo más grave, el cruce me dejó pensando. ¿Por qué siempre parece tener algo en mi contra? Me pregunto si realmente se trata de competencia o si hay algo más profundo en todo esto.
Con su andar altivo y esa mirada cargada de juicio, se detuvo justo frente a mí, dejando escapar uno de sus comentarios.
K: ¿No deberías estar revoloteando por el mundo humano? Eso de andar vagando parece más tu estilo que estar aquí.
M: Al menos yo ver el mundo con mis propios ojos, en lugar de conformarme con los mismos libros polvorientos de siempre.
Por un instante, su expresión se endureció, y no pude evitar preguntarme si había tocado un punto sensible. Sin embargo, lejos de calmarla, mi respuesta pareció avivar su fuego interno.
La tensión en el aire era palpable, y aunque nuestras palabras no pasaron a algo más grave, el cruce me dejó pensando. ¿Por qué siempre parece tener algo en mi contra? Me pregunto si realmente se trata de competencia o si hay algo más profundo en todo esto.
Hoy, mientras caminaba por los interminables pasillos del centro de archivistas de Azurheim, tuve un encuentro que, para ser honesta, prefiero evitar. Allí estaba Kalyndra, con esa actitud que parece gritar "compite conmigo" incluso cuando no hay razón para hacerlo.
Con su andar altivo y esa mirada cargada de juicio, se detuvo justo frente a mí, dejando escapar uno de sus comentarios.
K: ¿No deberías estar revoloteando por el mundo humano? Eso de andar vagando parece más tu estilo que estar aquí.
M: Al menos yo ver el mundo con mis propios ojos, en lugar de conformarme con los mismos libros polvorientos de siempre.
Por un instante, su expresión se endureció, y no pude evitar preguntarme si había tocado un punto sensible. Sin embargo, lejos de calmarla, mi respuesta pareció avivar su fuego interno.
La tensión en el aire era palpable, y aunque nuestras palabras no pasaron a algo más grave, el cruce me dejó pensando. ¿Por qué siempre parece tener algo en mi contra? Me pregunto si realmente se trata de competencia o si hay algo más profundo en todo esto.