⸺ Tendida y dormida entre caricias nocturnas
vi a mi amor inclinarse sobre mi triste lecho,
pálida como el fruto y la hoja del lirio más oscuro,
rasa, despojada y sombría, con el cuello desnudo, listo para ser mordido,
demasiado blanca para el rubor y demasiado ardiente para estar inmaculada,
pero del color perfecto, ausente de blanco y rojo.
Y sus labios se entreabrieron tiernamente, y dijo
—en una sola palabra— placer.

Y toda su cara era miel para mi boca,
y todo su cuerpo era alimento para mis ojos;
Sus largos y aéreos brazos y sus manos más ardientes que el fuego
sus extremidades palpitando, el olor de su cabello austral,
sus pies ligeros y brillantes, sus muslos elásticos y generosos
y los brillantes párpados daban deseo a mi alma.⸺

Algernon Charles Swinburne (1837-1909)
⸺ Tendida y dormida entre caricias nocturnas vi a mi amor inclinarse sobre mi triste lecho, pálida como el fruto y la hoja del lirio más oscuro, rasa, despojada y sombría, con el cuello desnudo, listo para ser mordido, demasiado blanca para el rubor y demasiado ardiente para estar inmaculada, pero del color perfecto, ausente de blanco y rojo. Y sus labios se entreabrieron tiernamente, y dijo —en una sola palabra— placer. Y toda su cara era miel para mi boca, y todo su cuerpo era alimento para mis ojos; Sus largos y aéreos brazos y sus manos más ardientes que el fuego sus extremidades palpitando, el olor de su cabello austral, sus pies ligeros y brillantes, sus muslos elásticos y generosos y los brillantes párpados daban deseo a mi alma.⸺ Algernon Charles Swinburne (1837-1909)
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