Hoy me dejé llevar por la frescura y el aroma vibrante del limón para crear unas pequeñas delicias: tartaletas de limón.
Comencé con una base de masa quebrada, que horneé hasta obtener ese perfecto equilibrio entre crujiente y dorado. Mientras tanto, preparé una crema de limón suave y sedosa, mezclando jugo fresco, ralladura de limón, yema de huevo, azúcar, y un toque de mantequilla para darle una textura aterciopelada.
El montaje fue mi parte favorita
El resultado: un bocado perfecto, donde lo dulce y lo ácido se encuentran en una armonía deliciosa.
Comencé con una base de masa quebrada, que horneé hasta obtener ese perfecto equilibrio entre crujiente y dorado. Mientras tanto, preparé una crema de limón suave y sedosa, mezclando jugo fresco, ralladura de limón, yema de huevo, azúcar, y un toque de mantequilla para darle una textura aterciopelada.
El montaje fue mi parte favorita
El resultado: un bocado perfecto, donde lo dulce y lo ácido se encuentran en una armonía deliciosa.
Hoy me dejé llevar por la frescura y el aroma vibrante del limón para crear unas pequeñas delicias: tartaletas de limón.
Comencé con una base de masa quebrada, que horneé hasta obtener ese perfecto equilibrio entre crujiente y dorado. Mientras tanto, preparé una crema de limón suave y sedosa, mezclando jugo fresco, ralladura de limón, yema de huevo, azúcar, y un toque de mantequilla para darle una textura aterciopelada.
El montaje fue mi parte favorita
El resultado: un bocado perfecto, donde lo dulce y lo ácido se encuentran en una armonía deliciosa.