ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝙢𝙤𝙣𝙤𝙧𝙤𝙡
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝙖𝙡𝙜𝙪𝙣𝙤𝙨 𝙢𝙚𝙨𝙚𝙨 𝙖𝙩𝙧𝙖́𝙨...
𝐸𝑙 𝑎𝑖𝑟𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑏𝑜𝑠𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑒𝑐𝑖́𝑎 𝑐𝑎𝑟𝑔𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑢𝑛𝑎 𝑒𝑛𝑒𝑟𝑔𝑖́𝑎 𝑝𝑎𝑙𝑝𝑎𝑏𝑙𝑒, 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑜 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑢𝑣𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛. 𝐻𝑜𝑝𝑒 𝑀𝑖𝑘𝑎𝑒𝑙𝑠𝑜𝑛 𝑠𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑐𝑒𝑛𝑡𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑐𝑙𝑎𝑟𝑜, 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑜𝑠 𝑝𝑖𝑒𝑠 𝑑𝑒𝑠𝑐𝑎𝑙𝑧𝑜𝑠 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝑙𝑎 𝑡𝑖𝑒𝑟𝑟𝑎 ℎ𝑢́𝑚𝑒𝑑𝑎 𝑦 𝑙𝑜𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠 𝑐𝑒𝑟𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠. 𝐴 𝑠𝑢 𝑎𝑙𝑟𝑒𝑑𝑒𝑑𝑜𝑟, 𝑢𝑛𝑎 𝑙𝑒𝑣𝑒 𝑏𝑟𝑖𝑠𝑎 ℎ𝑎𝑐𝑖́𝑎 𝑏𝑎𝑖𝑙𝑎𝑟 𝑙𝑎𝑠 ℎ𝑜𝑗𝑎𝑠, 𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑢𝑛 𝑐𝑖́𝑟𝑐𝑢𝑙𝑜 𝑑𝑒 𝑟𝑢𝑛𝑎𝑠 𝑏𝑟𝑖𝑙𝑙𝑎𝑏𝑎 𝑑𝑒́𝑏𝑖𝑙𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑠𝑢𝑒𝑙𝑜, 𝑑𝑖𝑏𝑢𝑗𝑎𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝑝𝑟𝑒𝑐𝑖𝑠𝑖𝑜́𝑛 𝑐𝑎𝑠𝑖 𝑜𝑏𝑠𝑒𝑠𝑖𝑣𝑎.
𝐿𝑎 𝑗𝑜𝑣𝑒𝑛 𝑡𝑟𝑖𝑏𝑟𝑖𝑑𝑎 𝑎𝑙𝑧𝑜́ 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠, 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑢 𝑚𝑎𝑔𝑖𝑎 𝑓𝑙𝑢𝑦𝑒𝑟𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑑𝑒 𝑠𝑢 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟. 𝐸𝑟𝑎 𝑢𝑛 𝑡𝑜𝑟𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑝𝑢𝑟𝑜, 𝑢𝑛𝑎 𝑚𝑒𝑧𝑐𝑙𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑡𝑟𝑒𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑠𝑢 ℎ𝑒𝑟𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎: 𝑙𝑎 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑖𝑚𝑝𝑙𝑎𝑐𝑎𝑏𝑙𝑒 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑣𝑎𝑚𝑝𝑖𝑟𝑜, 𝑙𝑎 𝑐𝑜𝑛𝑒𝑥𝑖𝑜́𝑛 𝑎𝑛𝑐𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑢𝑛 ℎ𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒 𝑙𝑜𝑏𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑎 𝑛𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎𝑙𝑒𝑧𝑎, 𝑦 𝑙𝑎 𝑐ℎ𝑖𝑠𝑝𝑎 𝑐𝑎𝑜́𝑡𝑖𝑐𝑎 𝑒 𝑖𝑛𝑓𝑖𝑛𝑖𝑡𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑏𝑟𝑢𝑗𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑣𝑎𝑏𝑎 𝑒𝑛 𝑙𝑎𝑠 𝑣𝑒𝑛𝑎𝑠.
𝑆𝑢𝑠 𝑙𝑎𝑏𝑖𝑜𝑠 𝑠𝑒 𝑚𝑜𝑣𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑒𝑛 𝑢𝑛 𝑚𝑢𝑟𝑚𝑢𝑙𝑙𝑜 𝑎𝑝𝑒𝑛𝑎𝑠 𝑎𝑢𝑑𝑖𝑏𝑙𝑒, 𝑟𝑒𝑐𝑖𝑡𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑛 ℎ𝑒𝑐ℎ𝑖𝑧𝑜 𝑒𝑛 𝑙𝑎𝑡𝑖́𝑛 𝑎𝑛𝑡𝑖𝑔𝑢𝑜. 𝑈𝑛𝑎 𝑐𝑜𝑟𝑟𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑒𝑛𝑒𝑟𝑔𝑖́𝑎 𝑑𝑜𝑟𝑎𝑑𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑜́ 𝑎 𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑠𝑢𝑠 𝑝𝑎𝑙𝑚𝑎𝑠, 𝑒𝑥𝑝𝑎𝑛𝑑𝑖𝑒́𝑛𝑑𝑜𝑠𝑒 𝑦 𝑜𝑛𝑑𝑢𝑙𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑡𝑢𝑣𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑝𝑟𝑜𝑝𝑖𝑎. 𝐶𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑎𝑙𝑎𝑏𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑛𝑢𝑛𝑐𝑖𝑎𝑏𝑎 ℎ𝑎𝑐𝑖́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑔𝑖𝑎 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑𝑖𝑒𝑟𝑎, 𝑚𝑜𝑙𝑑𝑒𝑎́𝑛𝑑𝑜𝑠𝑒 𝑦 𝑐𝑟𝑒𝑐𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜.
𝐷𝑒 𝑟𝑒𝑝𝑒𝑛𝑡𝑒, 𝑙𝑜𝑠 𝑎́𝑟𝑏𝑜𝑙𝑒𝑠 𝑎𝑙𝑟𝑒𝑑𝑒𝑑𝑜𝑟 𝑠𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑟𝑒𝑚𝑒𝑐𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛, 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑟𝑒𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝑖𝑒𝑟𝑎𝑛 𝑒𝑙 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑎𝑡𝑎𝑏𝑎. 𝐻𝑜𝑝𝑒 𝑎𝑏𝑟𝑖𝑜́ 𝑙𝑜𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠, 𝑞𝑢𝑒 𝑏𝑟𝑖𝑙𝑙𝑎𝑏𝑎𝑛 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑠𝑜 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑙𝑎𝑛𝑑𝑜𝑟 𝑎𝑧𝑢𝑙, 𝑢𝑛 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠𝑡𝑒 𝑖𝑚𝑝𝑎𝑐𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑝𝑒𝑛𝑢𝑚𝑏𝑟𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑏𝑜𝑠𝑞𝑢𝑒. 𝐶𝑜𝑛 𝑢𝑛 𝑚𝑜𝑣𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑟𝑎́𝑝𝑖𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑠 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠, 𝑑𝑖𝑟𝑖𝑔𝑖𝑜́ 𝑙𝑎 𝑒𝑛𝑒𝑟𝑔𝑖́𝑎 ℎ𝑎𝑐𝑖𝑎 𝑢𝑛 𝑣𝑖𝑒𝑗𝑜 𝑟𝑜𝑏𝑙𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎 𝑎𝑙 𝑏𝑜𝑟𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝑐𝑙𝑎𝑟𝑜. 𝐿𝑎𝑠 𝑟𝑎𝑖́𝑐𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑎 𝑐𝑟𝑒𝑐𝑒𝑟, 𝑒𝑥𝑡𝑒𝑛𝑑𝑖𝑒́𝑛𝑑𝑜𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝑟𝑎𝑝𝑖𝑑𝑒𝑧 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒𝑛𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎𝑙, 𝑒𝑛𝑣𝑜𝑙𝑣𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑛𝑎 𝑟𝑜𝑐𝑎 𝑐𝑒𝑟𝑐𝑎𝑛𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑎𝑛 𝑠𝑒𝑟𝑝𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒𝑠.
𝐻𝑜𝑝𝑒 𝑠𝑜𝑛𝑟𝑖𝑜́, 𝑠𝑎𝑡𝑖𝑠𝑓𝑒𝑐ℎ𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑙𝑖𝑔𝑒𝑟𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑎𝑔𝑜𝑡𝑎𝑑𝑎. 𝐷𝑜𝑚𝑖𝑛𝑎𝑟 𝑢𝑛 ℎ𝑒𝑐ℎ𝑖𝑧𝑜 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑎 𝑚𝑎𝑔𝑛𝑖𝑡𝑢𝑑 𝑛𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑡𝑎𝑟𝑒𝑎 𝑓𝑎́𝑐𝑖𝑙, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑠𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑒𝑠𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑜 𝑙𝑎 𝑎𝑐𝑒𝑟𝑐𝑎𝑏𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑎 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑜𝑙𝑎𝑟 𝑠𝑢 𝑖𝑛𝑚𝑒𝑛𝑠𝑜 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟. 𝐸𝑛 𝑠𝑢 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒, 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑟𝑒𝑠𝑜𝑛𝑎𝑏𝑎𝑛 𝑙𝑎𝑠 𝑝𝑎𝑙𝑎𝑏𝑟𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑠𝑢 𝑝𝑎𝑑𝑟𝑒, 𝐾𝑙𝑎𝑢𝑠 𝑀𝑖𝑘𝑎𝑒𝑙𝑠𝑜𝑛: “𝑆𝑒𝑟 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟𝑜𝑠𝑎 𝑛𝑜 𝑡𝑒 ℎ𝑎𝑐𝑒 𝑡𝑒𝑚𝑖𝑏𝑙𝑒, 𝐻𝑜𝑝𝑒. 𝐸𝑠 𝑐𝑜́𝑚𝑜 𝑢𝑠𝑎𝑠 𝑒𝑠𝑒 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑓𝑖𝑛𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒́𝑛 𝑒𝑟𝑒𝑠.”
𝐴𝑙 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐ℎ𝑎𝑟 𝑢𝑛 𝑐𝑟𝑢𝑗𝑖𝑑𝑜 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑎́𝑟𝑏𝑜𝑙𝑒𝑠, 𝑔𝑖𝑟𝑜́ 𝑟𝑎́𝑝𝑖𝑑𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒, 𝑐𝑜𝑛 𝑠𝑢𝑠 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑑𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑎𝑙𝑒𝑟𝑡𝑎. 𝑈𝑛𝑎 𝑓𝑖𝑔𝑢𝑟𝑎 𝑒𝑚𝑒𝑟𝑔𝑖𝑜́ 𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑠𝑜𝑚𝑏𝑟𝑎𝑠: 𝐿𝑎𝑛𝑑𝑜𝑛, 𝑐𝑜𝑛 𝑠𝑢 𝑠𝑜𝑛𝑟𝑖𝑠𝑎 𝑐𝑎𝑟𝑎𝑐𝑡𝑒𝑟𝑖́𝑠𝑡𝑖𝑐𝑎 𝑦 𝑢𝑛𝑎 𝑚𝑒𝑧𝑐𝑙𝑎 𝑑𝑒 𝑎𝑑𝑚𝑖𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑦 𝑝𝑟𝑒𝑜𝑐𝑢𝑝𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑒𝑛 𝑠𝑢𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠.
—𝐸𝑠𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑒́𝑠 𝑝𝑙𝑎𝑛𝑒𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑠𝑎𝑟 𝑒𝑠𝑜 𝑒𝑛 𝑚𝑖́ —𝑏𝑟𝑜𝑚𝑒𝑜́, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑙𝑎 𝑡𝑒𝑛𝑠𝑖𝑜́𝑛 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑣𝑜𝑧 𝑒𝑟𝑎 𝑒𝑣𝑖𝑑𝑒𝑛𝑡𝑒.
𝐻𝑜𝑝𝑒 𝑟𝑒𝑙𝑎𝑗𝑜́ 𝑠𝑢𝑠 ℎ𝑜𝑚𝑏𝑟𝑜𝑠 𝑦 𝑑𝑒𝑗𝑜́ 𝑒𝑠𝑐𝑎𝑝𝑎𝑟 𝑢𝑛𝑎 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑎 𝑟𝑖𝑠𝑎.
—𝑁𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑣𝑒𝑧 —𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑𝑖𝑜́, 𝑎𝑢𝑛𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟 𝑠𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑠𝑢 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟, 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑒𝑥𝑖𝑠𝑡𝑖́𝑎 𝑒𝑙 𝑟𝑖𝑒𝑠𝑔𝑜 𝑑𝑒 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑒𝑟 𝑒𝑙 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑜𝑙.
⸻ Hope se despertó sobresaltada, con el corazón latiendo frenéticamente en su pecho. El brillo dorado de la magia y el susurro de las hojas en el bosque todavía parecían reales, como si el sueño hubiera sido más que una simple creación de su subconsciente.
Parpadeó, ajustándose a la tenue luz que iluminaba el búnker de los Hombres de Letras. Las paredes estaban revestidas con estanterías llenas de libros antiguos, y el leve zumbido de la electricidad llenaba el silencio. Las sombras bailaban en el techo debido a una lámpara que había dejado encendida, probablemente mientras leía hasta quedarse dormida.
Se sentó lentamente, dejando que sus pies tocaran el frío suelo de baldosas. A pesar de estar despierta, el sueño seguía latente en su mente. Había algo más que simple imaginación en lo que había visto. La magia, las runas, la voz de su padre… todo se sentía demasiado real.
Antes de que pudiera ordenar sus pensamientos, escuchó un golpe suave en la puerta. Dean Winchester la abrió apenas un poco, con una expresión mezcla de curiosidad y preocupación.
—¿Estás bien, Hope? Te escuché hablando en sueños. Bueno, más como murmurando cosas extrañas. Ya sabes, rollo sobrenatural.
Hope pasó una mano por su rostro y asintió.
—Solo un sueño raro. Nada de qué preocuparse… creo.
Dean la observó con escepticismo antes de cruzar los brazos sobre el pecho.
—Cuando dices "nada de qué preocuparse", normalmente significa que algo va a explotar o que nos van a atacar monstruos. Así que, sé honesta, ¿fue solo un sueño o algo más?
Hope vaciló, mordiéndose el labio inferior. Podía sentir que Dean ya estaba analizando cada movimiento que hacía, como siempre. Finalmente suspiró y se levantó, cruzando los brazos mientras trataba de explicar.
—Había un bosque, runas, magia… mucha magia. Podía sentirla corriendo por mis venas como si fuera real. Y mi padre… él… bueno, su voz estaba ahí. Me recordaba que usara mi poder sabiamente. Pero entonces, algo cambió. La magia comenzó a controlarme. Se sintió como si algo oscuro estuviera acechando.
Dean frunció el ceño, su expresión endureciéndose.
—¿Oscuro, cómo? ¿Demonios? ¿Brújas malas? ¿Algo que debería preocuparnos a todos?
Antes de que Hope pudiera responder, Sam apareció por el pasillo con una taza de café en la mano, sus ojos cansados pero alertas al captar la conversación.
—¿Sueños raros? —preguntó Sam, entrando a la habitación. —Tal vez sea algo más que eso. Hemos visto antes cómo las visiones pueden ser advertencias. Podríamos buscar en los archivos del búnker, ver si hay algo sobre runas y magia descontrolada.
Hope asintió lentamente.
—Sé que no fue solo un sueño. Había algo más allá, algo que no entiendo aún. Si esto es una advertencia, no quiero ignorarla.
Dean suspiró y se pasó una mano por el cabello.
—Bien, investigaremos. Pero si algo oscuro está tratando de controlarte, Hope, más vale que lo enfrentemos juntos. No vamos a dejar que te pase nada.
Sam asintió, poniendo una mano en el hombro de Hope.
—Esto es lo que hacemos. Lo resolveremos.
Aunque sus palabras eran reconfortantes, Hope no podía evitar sentir el zumbido persistente en sus venas, un recordatorio de que el sueño había sido más que una visión pasajera. Mientras los Winchester comenzaban a planificar su siguiente movimiento, ella sabía que esta vez, su lucha interna sería tan importante como la amenaza externa que pudiera estar por venir.
#Personajes3D #3D #Comunidad3D
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝙖𝙡𝙜𝙪𝙣𝙤𝙨 𝙢𝙚𝙨𝙚𝙨 𝙖𝙩𝙧𝙖́𝙨...
𝐸𝑙 𝑎𝑖𝑟𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑏𝑜𝑠𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑒𝑐𝑖́𝑎 𝑐𝑎𝑟𝑔𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑢𝑛𝑎 𝑒𝑛𝑒𝑟𝑔𝑖́𝑎 𝑝𝑎𝑙𝑝𝑎𝑏𝑙𝑒, 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑜 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑢𝑣𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛. 𝐻𝑜𝑝𝑒 𝑀𝑖𝑘𝑎𝑒𝑙𝑠𝑜𝑛 𝑠𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑐𝑒𝑛𝑡𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑐𝑙𝑎𝑟𝑜, 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑜𝑠 𝑝𝑖𝑒𝑠 𝑑𝑒𝑠𝑐𝑎𝑙𝑧𝑜𝑠 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝑙𝑎 𝑡𝑖𝑒𝑟𝑟𝑎 ℎ𝑢́𝑚𝑒𝑑𝑎 𝑦 𝑙𝑜𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠 𝑐𝑒𝑟𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠. 𝐴 𝑠𝑢 𝑎𝑙𝑟𝑒𝑑𝑒𝑑𝑜𝑟, 𝑢𝑛𝑎 𝑙𝑒𝑣𝑒 𝑏𝑟𝑖𝑠𝑎 ℎ𝑎𝑐𝑖́𝑎 𝑏𝑎𝑖𝑙𝑎𝑟 𝑙𝑎𝑠 ℎ𝑜𝑗𝑎𝑠, 𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑢𝑛 𝑐𝑖́𝑟𝑐𝑢𝑙𝑜 𝑑𝑒 𝑟𝑢𝑛𝑎𝑠 𝑏𝑟𝑖𝑙𝑙𝑎𝑏𝑎 𝑑𝑒́𝑏𝑖𝑙𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑠𝑢𝑒𝑙𝑜, 𝑑𝑖𝑏𝑢𝑗𝑎𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝑝𝑟𝑒𝑐𝑖𝑠𝑖𝑜́𝑛 𝑐𝑎𝑠𝑖 𝑜𝑏𝑠𝑒𝑠𝑖𝑣𝑎.
𝐿𝑎 𝑗𝑜𝑣𝑒𝑛 𝑡𝑟𝑖𝑏𝑟𝑖𝑑𝑎 𝑎𝑙𝑧𝑜́ 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠, 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑢 𝑚𝑎𝑔𝑖𝑎 𝑓𝑙𝑢𝑦𝑒𝑟𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑑𝑒 𝑠𝑢 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟. 𝐸𝑟𝑎 𝑢𝑛 𝑡𝑜𝑟𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑝𝑢𝑟𝑜, 𝑢𝑛𝑎 𝑚𝑒𝑧𝑐𝑙𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑡𝑟𝑒𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑠𝑢 ℎ𝑒𝑟𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎: 𝑙𝑎 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑖𝑚𝑝𝑙𝑎𝑐𝑎𝑏𝑙𝑒 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑣𝑎𝑚𝑝𝑖𝑟𝑜, 𝑙𝑎 𝑐𝑜𝑛𝑒𝑥𝑖𝑜́𝑛 𝑎𝑛𝑐𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑢𝑛 ℎ𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒 𝑙𝑜𝑏𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑎 𝑛𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎𝑙𝑒𝑧𝑎, 𝑦 𝑙𝑎 𝑐ℎ𝑖𝑠𝑝𝑎 𝑐𝑎𝑜́𝑡𝑖𝑐𝑎 𝑒 𝑖𝑛𝑓𝑖𝑛𝑖𝑡𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑏𝑟𝑢𝑗𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑣𝑎𝑏𝑎 𝑒𝑛 𝑙𝑎𝑠 𝑣𝑒𝑛𝑎𝑠.
𝑆𝑢𝑠 𝑙𝑎𝑏𝑖𝑜𝑠 𝑠𝑒 𝑚𝑜𝑣𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑒𝑛 𝑢𝑛 𝑚𝑢𝑟𝑚𝑢𝑙𝑙𝑜 𝑎𝑝𝑒𝑛𝑎𝑠 𝑎𝑢𝑑𝑖𝑏𝑙𝑒, 𝑟𝑒𝑐𝑖𝑡𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑛 ℎ𝑒𝑐ℎ𝑖𝑧𝑜 𝑒𝑛 𝑙𝑎𝑡𝑖́𝑛 𝑎𝑛𝑡𝑖𝑔𝑢𝑜. 𝑈𝑛𝑎 𝑐𝑜𝑟𝑟𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑒𝑛𝑒𝑟𝑔𝑖́𝑎 𝑑𝑜𝑟𝑎𝑑𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑜́ 𝑎 𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑠𝑢𝑠 𝑝𝑎𝑙𝑚𝑎𝑠, 𝑒𝑥𝑝𝑎𝑛𝑑𝑖𝑒́𝑛𝑑𝑜𝑠𝑒 𝑦 𝑜𝑛𝑑𝑢𝑙𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑡𝑢𝑣𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑝𝑟𝑜𝑝𝑖𝑎. 𝐶𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑎𝑙𝑎𝑏𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑛𝑢𝑛𝑐𝑖𝑎𝑏𝑎 ℎ𝑎𝑐𝑖́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑔𝑖𝑎 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑𝑖𝑒𝑟𝑎, 𝑚𝑜𝑙𝑑𝑒𝑎́𝑛𝑑𝑜𝑠𝑒 𝑦 𝑐𝑟𝑒𝑐𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜.
𝐷𝑒 𝑟𝑒𝑝𝑒𝑛𝑡𝑒, 𝑙𝑜𝑠 𝑎́𝑟𝑏𝑜𝑙𝑒𝑠 𝑎𝑙𝑟𝑒𝑑𝑒𝑑𝑜𝑟 𝑠𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑟𝑒𝑚𝑒𝑐𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛, 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑟𝑒𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝑖𝑒𝑟𝑎𝑛 𝑒𝑙 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑎𝑡𝑎𝑏𝑎. 𝐻𝑜𝑝𝑒 𝑎𝑏𝑟𝑖𝑜́ 𝑙𝑜𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠, 𝑞𝑢𝑒 𝑏𝑟𝑖𝑙𝑙𝑎𝑏𝑎𝑛 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑠𝑜 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑙𝑎𝑛𝑑𝑜𝑟 𝑎𝑧𝑢𝑙, 𝑢𝑛 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠𝑡𝑒 𝑖𝑚𝑝𝑎𝑐𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑝𝑒𝑛𝑢𝑚𝑏𝑟𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑏𝑜𝑠𝑞𝑢𝑒. 𝐶𝑜𝑛 𝑢𝑛 𝑚𝑜𝑣𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑟𝑎́𝑝𝑖𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑠 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠, 𝑑𝑖𝑟𝑖𝑔𝑖𝑜́ 𝑙𝑎 𝑒𝑛𝑒𝑟𝑔𝑖́𝑎 ℎ𝑎𝑐𝑖𝑎 𝑢𝑛 𝑣𝑖𝑒𝑗𝑜 𝑟𝑜𝑏𝑙𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎 𝑎𝑙 𝑏𝑜𝑟𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝑐𝑙𝑎𝑟𝑜. 𝐿𝑎𝑠 𝑟𝑎𝑖́𝑐𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑎 𝑐𝑟𝑒𝑐𝑒𝑟, 𝑒𝑥𝑡𝑒𝑛𝑑𝑖𝑒́𝑛𝑑𝑜𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝑟𝑎𝑝𝑖𝑑𝑒𝑧 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒𝑛𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎𝑙, 𝑒𝑛𝑣𝑜𝑙𝑣𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑛𝑎 𝑟𝑜𝑐𝑎 𝑐𝑒𝑟𝑐𝑎𝑛𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑎𝑛 𝑠𝑒𝑟𝑝𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒𝑠.
𝐻𝑜𝑝𝑒 𝑠𝑜𝑛𝑟𝑖𝑜́, 𝑠𝑎𝑡𝑖𝑠𝑓𝑒𝑐ℎ𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑙𝑖𝑔𝑒𝑟𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑎𝑔𝑜𝑡𝑎𝑑𝑎. 𝐷𝑜𝑚𝑖𝑛𝑎𝑟 𝑢𝑛 ℎ𝑒𝑐ℎ𝑖𝑧𝑜 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑎 𝑚𝑎𝑔𝑛𝑖𝑡𝑢𝑑 𝑛𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑡𝑎𝑟𝑒𝑎 𝑓𝑎́𝑐𝑖𝑙, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑠𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑒𝑠𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑜 𝑙𝑎 𝑎𝑐𝑒𝑟𝑐𝑎𝑏𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑎 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑜𝑙𝑎𝑟 𝑠𝑢 𝑖𝑛𝑚𝑒𝑛𝑠𝑜 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟. 𝐸𝑛 𝑠𝑢 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒, 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑟𝑒𝑠𝑜𝑛𝑎𝑏𝑎𝑛 𝑙𝑎𝑠 𝑝𝑎𝑙𝑎𝑏𝑟𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑠𝑢 𝑝𝑎𝑑𝑟𝑒, 𝐾𝑙𝑎𝑢𝑠 𝑀𝑖𝑘𝑎𝑒𝑙𝑠𝑜𝑛: “𝑆𝑒𝑟 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟𝑜𝑠𝑎 𝑛𝑜 𝑡𝑒 ℎ𝑎𝑐𝑒 𝑡𝑒𝑚𝑖𝑏𝑙𝑒, 𝐻𝑜𝑝𝑒. 𝐸𝑠 𝑐𝑜́𝑚𝑜 𝑢𝑠𝑎𝑠 𝑒𝑠𝑒 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑓𝑖𝑛𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒́𝑛 𝑒𝑟𝑒𝑠.”
𝐴𝑙 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐ℎ𝑎𝑟 𝑢𝑛 𝑐𝑟𝑢𝑗𝑖𝑑𝑜 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑎́𝑟𝑏𝑜𝑙𝑒𝑠, 𝑔𝑖𝑟𝑜́ 𝑟𝑎́𝑝𝑖𝑑𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒, 𝑐𝑜𝑛 𝑠𝑢𝑠 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑑𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑎𝑙𝑒𝑟𝑡𝑎. 𝑈𝑛𝑎 𝑓𝑖𝑔𝑢𝑟𝑎 𝑒𝑚𝑒𝑟𝑔𝑖𝑜́ 𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑠𝑜𝑚𝑏𝑟𝑎𝑠: 𝐿𝑎𝑛𝑑𝑜𝑛, 𝑐𝑜𝑛 𝑠𝑢 𝑠𝑜𝑛𝑟𝑖𝑠𝑎 𝑐𝑎𝑟𝑎𝑐𝑡𝑒𝑟𝑖́𝑠𝑡𝑖𝑐𝑎 𝑦 𝑢𝑛𝑎 𝑚𝑒𝑧𝑐𝑙𝑎 𝑑𝑒 𝑎𝑑𝑚𝑖𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑦 𝑝𝑟𝑒𝑜𝑐𝑢𝑝𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑒𝑛 𝑠𝑢𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠.
—𝐸𝑠𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑒́𝑠 𝑝𝑙𝑎𝑛𝑒𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑠𝑎𝑟 𝑒𝑠𝑜 𝑒𝑛 𝑚𝑖́ —𝑏𝑟𝑜𝑚𝑒𝑜́, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑙𝑎 𝑡𝑒𝑛𝑠𝑖𝑜́𝑛 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑣𝑜𝑧 𝑒𝑟𝑎 𝑒𝑣𝑖𝑑𝑒𝑛𝑡𝑒.
𝐻𝑜𝑝𝑒 𝑟𝑒𝑙𝑎𝑗𝑜́ 𝑠𝑢𝑠 ℎ𝑜𝑚𝑏𝑟𝑜𝑠 𝑦 𝑑𝑒𝑗𝑜́ 𝑒𝑠𝑐𝑎𝑝𝑎𝑟 𝑢𝑛𝑎 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑎 𝑟𝑖𝑠𝑎.
—𝑁𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑣𝑒𝑧 —𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑𝑖𝑜́, 𝑎𝑢𝑛𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟 𝑠𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑠𝑢 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟, 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑒𝑥𝑖𝑠𝑡𝑖́𝑎 𝑒𝑙 𝑟𝑖𝑒𝑠𝑔𝑜 𝑑𝑒 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑒𝑟 𝑒𝑙 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑜𝑙.
⸻ Hope se despertó sobresaltada, con el corazón latiendo frenéticamente en su pecho. El brillo dorado de la magia y el susurro de las hojas en el bosque todavía parecían reales, como si el sueño hubiera sido más que una simple creación de su subconsciente.
Parpadeó, ajustándose a la tenue luz que iluminaba el búnker de los Hombres de Letras. Las paredes estaban revestidas con estanterías llenas de libros antiguos, y el leve zumbido de la electricidad llenaba el silencio. Las sombras bailaban en el techo debido a una lámpara que había dejado encendida, probablemente mientras leía hasta quedarse dormida.
Se sentó lentamente, dejando que sus pies tocaran el frío suelo de baldosas. A pesar de estar despierta, el sueño seguía latente en su mente. Había algo más que simple imaginación en lo que había visto. La magia, las runas, la voz de su padre… todo se sentía demasiado real.
Antes de que pudiera ordenar sus pensamientos, escuchó un golpe suave en la puerta. Dean Winchester la abrió apenas un poco, con una expresión mezcla de curiosidad y preocupación.
—¿Estás bien, Hope? Te escuché hablando en sueños. Bueno, más como murmurando cosas extrañas. Ya sabes, rollo sobrenatural.
Hope pasó una mano por su rostro y asintió.
—Solo un sueño raro. Nada de qué preocuparse… creo.
Dean la observó con escepticismo antes de cruzar los brazos sobre el pecho.
—Cuando dices "nada de qué preocuparse", normalmente significa que algo va a explotar o que nos van a atacar monstruos. Así que, sé honesta, ¿fue solo un sueño o algo más?
Hope vaciló, mordiéndose el labio inferior. Podía sentir que Dean ya estaba analizando cada movimiento que hacía, como siempre. Finalmente suspiró y se levantó, cruzando los brazos mientras trataba de explicar.
—Había un bosque, runas, magia… mucha magia. Podía sentirla corriendo por mis venas como si fuera real. Y mi padre… él… bueno, su voz estaba ahí. Me recordaba que usara mi poder sabiamente. Pero entonces, algo cambió. La magia comenzó a controlarme. Se sintió como si algo oscuro estuviera acechando.
Dean frunció el ceño, su expresión endureciéndose.
—¿Oscuro, cómo? ¿Demonios? ¿Brújas malas? ¿Algo que debería preocuparnos a todos?
Antes de que Hope pudiera responder, Sam apareció por el pasillo con una taza de café en la mano, sus ojos cansados pero alertas al captar la conversación.
—¿Sueños raros? —preguntó Sam, entrando a la habitación. —Tal vez sea algo más que eso. Hemos visto antes cómo las visiones pueden ser advertencias. Podríamos buscar en los archivos del búnker, ver si hay algo sobre runas y magia descontrolada.
Hope asintió lentamente.
—Sé que no fue solo un sueño. Había algo más allá, algo que no entiendo aún. Si esto es una advertencia, no quiero ignorarla.
Dean suspiró y se pasó una mano por el cabello.
—Bien, investigaremos. Pero si algo oscuro está tratando de controlarte, Hope, más vale que lo enfrentemos juntos. No vamos a dejar que te pase nada.
Sam asintió, poniendo una mano en el hombro de Hope.
—Esto es lo que hacemos. Lo resolveremos.
Aunque sus palabras eran reconfortantes, Hope no podía evitar sentir el zumbido persistente en sus venas, un recordatorio de que el sueño había sido más que una visión pasajera. Mientras los Winchester comenzaban a planificar su siguiente movimiento, ella sabía que esta vez, su lucha interna sería tan importante como la amenaza externa que pudiera estar por venir.
#Personajes3D #3D #Comunidad3D
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝙢𝙤𝙣𝙤𝙧𝙤𝙡
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝙖𝙡𝙜𝙪𝙣𝙤𝙨 𝙢𝙚𝙨𝙚𝙨 𝙖𝙩𝙧𝙖́𝙨...
𝐸𝑙 𝑎𝑖𝑟𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑏𝑜𝑠𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑒𝑐𝑖́𝑎 𝑐𝑎𝑟𝑔𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑢𝑛𝑎 𝑒𝑛𝑒𝑟𝑔𝑖́𝑎 𝑝𝑎𝑙𝑝𝑎𝑏𝑙𝑒, 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑜 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑢𝑣𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛. 𝐻𝑜𝑝𝑒 𝑀𝑖𝑘𝑎𝑒𝑙𝑠𝑜𝑛 𝑠𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑐𝑒𝑛𝑡𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑐𝑙𝑎𝑟𝑜, 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑜𝑠 𝑝𝑖𝑒𝑠 𝑑𝑒𝑠𝑐𝑎𝑙𝑧𝑜𝑠 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝑙𝑎 𝑡𝑖𝑒𝑟𝑟𝑎 ℎ𝑢́𝑚𝑒𝑑𝑎 𝑦 𝑙𝑜𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠 𝑐𝑒𝑟𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠. 𝐴 𝑠𝑢 𝑎𝑙𝑟𝑒𝑑𝑒𝑑𝑜𝑟, 𝑢𝑛𝑎 𝑙𝑒𝑣𝑒 𝑏𝑟𝑖𝑠𝑎 ℎ𝑎𝑐𝑖́𝑎 𝑏𝑎𝑖𝑙𝑎𝑟 𝑙𝑎𝑠 ℎ𝑜𝑗𝑎𝑠, 𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑢𝑛 𝑐𝑖́𝑟𝑐𝑢𝑙𝑜 𝑑𝑒 𝑟𝑢𝑛𝑎𝑠 𝑏𝑟𝑖𝑙𝑙𝑎𝑏𝑎 𝑑𝑒́𝑏𝑖𝑙𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑠𝑢𝑒𝑙𝑜, 𝑑𝑖𝑏𝑢𝑗𝑎𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝑝𝑟𝑒𝑐𝑖𝑠𝑖𝑜́𝑛 𝑐𝑎𝑠𝑖 𝑜𝑏𝑠𝑒𝑠𝑖𝑣𝑎.
𝐿𝑎 𝑗𝑜𝑣𝑒𝑛 𝑡𝑟𝑖𝑏𝑟𝑖𝑑𝑎 𝑎𝑙𝑧𝑜́ 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠, 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑢 𝑚𝑎𝑔𝑖𝑎 𝑓𝑙𝑢𝑦𝑒𝑟𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑑𝑒 𝑠𝑢 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟. 𝐸𝑟𝑎 𝑢𝑛 𝑡𝑜𝑟𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑝𝑢𝑟𝑜, 𝑢𝑛𝑎 𝑚𝑒𝑧𝑐𝑙𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑡𝑟𝑒𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑠𝑢 ℎ𝑒𝑟𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎: 𝑙𝑎 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑖𝑚𝑝𝑙𝑎𝑐𝑎𝑏𝑙𝑒 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑣𝑎𝑚𝑝𝑖𝑟𝑜, 𝑙𝑎 𝑐𝑜𝑛𝑒𝑥𝑖𝑜́𝑛 𝑎𝑛𝑐𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑢𝑛 ℎ𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒 𝑙𝑜𝑏𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑎 𝑛𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎𝑙𝑒𝑧𝑎, 𝑦 𝑙𝑎 𝑐ℎ𝑖𝑠𝑝𝑎 𝑐𝑎𝑜́𝑡𝑖𝑐𝑎 𝑒 𝑖𝑛𝑓𝑖𝑛𝑖𝑡𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑏𝑟𝑢𝑗𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑣𝑎𝑏𝑎 𝑒𝑛 𝑙𝑎𝑠 𝑣𝑒𝑛𝑎𝑠.
𝑆𝑢𝑠 𝑙𝑎𝑏𝑖𝑜𝑠 𝑠𝑒 𝑚𝑜𝑣𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑒𝑛 𝑢𝑛 𝑚𝑢𝑟𝑚𝑢𝑙𝑙𝑜 𝑎𝑝𝑒𝑛𝑎𝑠 𝑎𝑢𝑑𝑖𝑏𝑙𝑒, 𝑟𝑒𝑐𝑖𝑡𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑛 ℎ𝑒𝑐ℎ𝑖𝑧𝑜 𝑒𝑛 𝑙𝑎𝑡𝑖́𝑛 𝑎𝑛𝑡𝑖𝑔𝑢𝑜. 𝑈𝑛𝑎 𝑐𝑜𝑟𝑟𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑒𝑛𝑒𝑟𝑔𝑖́𝑎 𝑑𝑜𝑟𝑎𝑑𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑜́ 𝑎 𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑠𝑢𝑠 𝑝𝑎𝑙𝑚𝑎𝑠, 𝑒𝑥𝑝𝑎𝑛𝑑𝑖𝑒́𝑛𝑑𝑜𝑠𝑒 𝑦 𝑜𝑛𝑑𝑢𝑙𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑡𝑢𝑣𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑝𝑟𝑜𝑝𝑖𝑎. 𝐶𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑎𝑙𝑎𝑏𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑛𝑢𝑛𝑐𝑖𝑎𝑏𝑎 ℎ𝑎𝑐𝑖́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑔𝑖𝑎 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑𝑖𝑒𝑟𝑎, 𝑚𝑜𝑙𝑑𝑒𝑎́𝑛𝑑𝑜𝑠𝑒 𝑦 𝑐𝑟𝑒𝑐𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜.
𝐷𝑒 𝑟𝑒𝑝𝑒𝑛𝑡𝑒, 𝑙𝑜𝑠 𝑎́𝑟𝑏𝑜𝑙𝑒𝑠 𝑎𝑙𝑟𝑒𝑑𝑒𝑑𝑜𝑟 𝑠𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑟𝑒𝑚𝑒𝑐𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛, 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑟𝑒𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝑖𝑒𝑟𝑎𝑛 𝑒𝑙 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑎𝑡𝑎𝑏𝑎. 𝐻𝑜𝑝𝑒 𝑎𝑏𝑟𝑖𝑜́ 𝑙𝑜𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠, 𝑞𝑢𝑒 𝑏𝑟𝑖𝑙𝑙𝑎𝑏𝑎𝑛 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑠𝑜 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑙𝑎𝑛𝑑𝑜𝑟 𝑎𝑧𝑢𝑙, 𝑢𝑛 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠𝑡𝑒 𝑖𝑚𝑝𝑎𝑐𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑝𝑒𝑛𝑢𝑚𝑏𝑟𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑏𝑜𝑠𝑞𝑢𝑒. 𝐶𝑜𝑛 𝑢𝑛 𝑚𝑜𝑣𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑟𝑎́𝑝𝑖𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑠 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠, 𝑑𝑖𝑟𝑖𝑔𝑖𝑜́ 𝑙𝑎 𝑒𝑛𝑒𝑟𝑔𝑖́𝑎 ℎ𝑎𝑐𝑖𝑎 𝑢𝑛 𝑣𝑖𝑒𝑗𝑜 𝑟𝑜𝑏𝑙𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎 𝑎𝑙 𝑏𝑜𝑟𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝑐𝑙𝑎𝑟𝑜. 𝐿𝑎𝑠 𝑟𝑎𝑖́𝑐𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑎 𝑐𝑟𝑒𝑐𝑒𝑟, 𝑒𝑥𝑡𝑒𝑛𝑑𝑖𝑒́𝑛𝑑𝑜𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝑟𝑎𝑝𝑖𝑑𝑒𝑧 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒𝑛𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎𝑙, 𝑒𝑛𝑣𝑜𝑙𝑣𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑛𝑎 𝑟𝑜𝑐𝑎 𝑐𝑒𝑟𝑐𝑎𝑛𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑎𝑛 𝑠𝑒𝑟𝑝𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒𝑠.
𝐻𝑜𝑝𝑒 𝑠𝑜𝑛𝑟𝑖𝑜́, 𝑠𝑎𝑡𝑖𝑠𝑓𝑒𝑐ℎ𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑙𝑖𝑔𝑒𝑟𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑎𝑔𝑜𝑡𝑎𝑑𝑎. 𝐷𝑜𝑚𝑖𝑛𝑎𝑟 𝑢𝑛 ℎ𝑒𝑐ℎ𝑖𝑧𝑜 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑎 𝑚𝑎𝑔𝑛𝑖𝑡𝑢𝑑 𝑛𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑡𝑎𝑟𝑒𝑎 𝑓𝑎́𝑐𝑖𝑙, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑠𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑒𝑠𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑜 𝑙𝑎 𝑎𝑐𝑒𝑟𝑐𝑎𝑏𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑎 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑜𝑙𝑎𝑟 𝑠𝑢 𝑖𝑛𝑚𝑒𝑛𝑠𝑜 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟. 𝐸𝑛 𝑠𝑢 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒, 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑟𝑒𝑠𝑜𝑛𝑎𝑏𝑎𝑛 𝑙𝑎𝑠 𝑝𝑎𝑙𝑎𝑏𝑟𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑠𝑢 𝑝𝑎𝑑𝑟𝑒, 𝐾𝑙𝑎𝑢𝑠 𝑀𝑖𝑘𝑎𝑒𝑙𝑠𝑜𝑛: “𝑆𝑒𝑟 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟𝑜𝑠𝑎 𝑛𝑜 𝑡𝑒 ℎ𝑎𝑐𝑒 𝑡𝑒𝑚𝑖𝑏𝑙𝑒, 𝐻𝑜𝑝𝑒. 𝐸𝑠 𝑐𝑜́𝑚𝑜 𝑢𝑠𝑎𝑠 𝑒𝑠𝑒 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑓𝑖𝑛𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒́𝑛 𝑒𝑟𝑒𝑠.”
𝐴𝑙 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐ℎ𝑎𝑟 𝑢𝑛 𝑐𝑟𝑢𝑗𝑖𝑑𝑜 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑎́𝑟𝑏𝑜𝑙𝑒𝑠, 𝑔𝑖𝑟𝑜́ 𝑟𝑎́𝑝𝑖𝑑𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒, 𝑐𝑜𝑛 𝑠𝑢𝑠 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑑𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑎𝑙𝑒𝑟𝑡𝑎. 𝑈𝑛𝑎 𝑓𝑖𝑔𝑢𝑟𝑎 𝑒𝑚𝑒𝑟𝑔𝑖𝑜́ 𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑠𝑜𝑚𝑏𝑟𝑎𝑠: 𝐿𝑎𝑛𝑑𝑜𝑛, 𝑐𝑜𝑛 𝑠𝑢 𝑠𝑜𝑛𝑟𝑖𝑠𝑎 𝑐𝑎𝑟𝑎𝑐𝑡𝑒𝑟𝑖́𝑠𝑡𝑖𝑐𝑎 𝑦 𝑢𝑛𝑎 𝑚𝑒𝑧𝑐𝑙𝑎 𝑑𝑒 𝑎𝑑𝑚𝑖𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑦 𝑝𝑟𝑒𝑜𝑐𝑢𝑝𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑒𝑛 𝑠𝑢𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠.
—𝐸𝑠𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑒́𝑠 𝑝𝑙𝑎𝑛𝑒𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑠𝑎𝑟 𝑒𝑠𝑜 𝑒𝑛 𝑚𝑖́ —𝑏𝑟𝑜𝑚𝑒𝑜́, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑙𝑎 𝑡𝑒𝑛𝑠𝑖𝑜́𝑛 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑣𝑜𝑧 𝑒𝑟𝑎 𝑒𝑣𝑖𝑑𝑒𝑛𝑡𝑒.
𝐻𝑜𝑝𝑒 𝑟𝑒𝑙𝑎𝑗𝑜́ 𝑠𝑢𝑠 ℎ𝑜𝑚𝑏𝑟𝑜𝑠 𝑦 𝑑𝑒𝑗𝑜́ 𝑒𝑠𝑐𝑎𝑝𝑎𝑟 𝑢𝑛𝑎 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑎 𝑟𝑖𝑠𝑎.
—𝑁𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑣𝑒𝑧 —𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑𝑖𝑜́, 𝑎𝑢𝑛𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟 𝑠𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑠𝑢 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟, 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑒𝑥𝑖𝑠𝑡𝑖́𝑎 𝑒𝑙 𝑟𝑖𝑒𝑠𝑔𝑜 𝑑𝑒 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑒𝑟 𝑒𝑙 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑜𝑙.
⸻ Hope se despertó sobresaltada, con el corazón latiendo frenéticamente en su pecho. El brillo dorado de la magia y el susurro de las hojas en el bosque todavía parecían reales, como si el sueño hubiera sido más que una simple creación de su subconsciente.
Parpadeó, ajustándose a la tenue luz que iluminaba el búnker de los Hombres de Letras. Las paredes estaban revestidas con estanterías llenas de libros antiguos, y el leve zumbido de la electricidad llenaba el silencio. Las sombras bailaban en el techo debido a una lámpara que había dejado encendida, probablemente mientras leía hasta quedarse dormida.
Se sentó lentamente, dejando que sus pies tocaran el frío suelo de baldosas. A pesar de estar despierta, el sueño seguía latente en su mente. Había algo más que simple imaginación en lo que había visto. La magia, las runas, la voz de su padre… todo se sentía demasiado real.
Antes de que pudiera ordenar sus pensamientos, escuchó un golpe suave en la puerta. Dean Winchester la abrió apenas un poco, con una expresión mezcla de curiosidad y preocupación.
—¿Estás bien, Hope? Te escuché hablando en sueños. Bueno, más como murmurando cosas extrañas. Ya sabes, rollo sobrenatural.
Hope pasó una mano por su rostro y asintió.
—Solo un sueño raro. Nada de qué preocuparse… creo.
Dean la observó con escepticismo antes de cruzar los brazos sobre el pecho.
—Cuando dices "nada de qué preocuparse", normalmente significa que algo va a explotar o que nos van a atacar monstruos. Así que, sé honesta, ¿fue solo un sueño o algo más?
Hope vaciló, mordiéndose el labio inferior. Podía sentir que Dean ya estaba analizando cada movimiento que hacía, como siempre. Finalmente suspiró y se levantó, cruzando los brazos mientras trataba de explicar.
—Había un bosque, runas, magia… mucha magia. Podía sentirla corriendo por mis venas como si fuera real. Y mi padre… él… bueno, su voz estaba ahí. Me recordaba que usara mi poder sabiamente. Pero entonces, algo cambió. La magia comenzó a controlarme. Se sintió como si algo oscuro estuviera acechando.
Dean frunció el ceño, su expresión endureciéndose.
—¿Oscuro, cómo? ¿Demonios? ¿Brújas malas? ¿Algo que debería preocuparnos a todos?
Antes de que Hope pudiera responder, Sam apareció por el pasillo con una taza de café en la mano, sus ojos cansados pero alertas al captar la conversación.
—¿Sueños raros? —preguntó Sam, entrando a la habitación. —Tal vez sea algo más que eso. Hemos visto antes cómo las visiones pueden ser advertencias. Podríamos buscar en los archivos del búnker, ver si hay algo sobre runas y magia descontrolada.
Hope asintió lentamente.
—Sé que no fue solo un sueño. Había algo más allá, algo que no entiendo aún. Si esto es una advertencia, no quiero ignorarla.
Dean suspiró y se pasó una mano por el cabello.
—Bien, investigaremos. Pero si algo oscuro está tratando de controlarte, Hope, más vale que lo enfrentemos juntos. No vamos a dejar que te pase nada.
Sam asintió, poniendo una mano en el hombro de Hope.
—Esto es lo que hacemos. Lo resolveremos.
Aunque sus palabras eran reconfortantes, Hope no podía evitar sentir el zumbido persistente en sus venas, un recordatorio de que el sueño había sido más que una visión pasajera. Mientras los Winchester comenzaban a planificar su siguiente movimiento, ella sabía que esta vez, su lucha interna sería tan importante como la amenaza externa que pudiera estar por venir.
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