— A-ah.. por poco... — expresó al dar un paso hacia atrás. Logró reaccionar a tiempo y apartar el vestido del camino, siendo una hazaña, dado que normalmente por su torpeza natural la historia sería otra.
Pero cuando pensaba que se había librado de un problema ya estaba metida en otro, ahora la alfombra estaba cubierta de vino tinto.
— Ma-maldita sea... — era un desastre y no había forma de quitar fácilmente un tipo de mancha. El problema era que ese tipo de errores no terminaban en un simple regaño o despido, en aquel lugar se solucionaba con castigos extremos y no se le apetecía tener que jugar a la ruleta rusa de nuevo.
Podría intentar limpiarlo con algún producto o pedir ayuda de alguien, pero ella no tenía idea de nada de eso, solo quería jugara a la "maid" por un momento. ¿El vestido? Le pertenecía a una de las criadas de la hacienda, ella solo lo tomó para ver que tal le quedaba.
Simplemente se retiró del lugar lentamente, rogando que culparan a algún gato o algo por el estilo.
Pero cuando pensaba que se había librado de un problema ya estaba metida en otro, ahora la alfombra estaba cubierta de vino tinto.
— Ma-maldita sea... — era un desastre y no había forma de quitar fácilmente un tipo de mancha. El problema era que ese tipo de errores no terminaban en un simple regaño o despido, en aquel lugar se solucionaba con castigos extremos y no se le apetecía tener que jugar a la ruleta rusa de nuevo.
Podría intentar limpiarlo con algún producto o pedir ayuda de alguien, pero ella no tenía idea de nada de eso, solo quería jugara a la "maid" por un momento. ¿El vestido? Le pertenecía a una de las criadas de la hacienda, ella solo lo tomó para ver que tal le quedaba.
Simplemente se retiró del lugar lentamente, rogando que culparan a algún gato o algo por el estilo.
— A-ah.. por poco... — expresó al dar un paso hacia atrás. Logró reaccionar a tiempo y apartar el vestido del camino, siendo una hazaña, dado que normalmente por su torpeza natural la historia sería otra.
Pero cuando pensaba que se había librado de un problema ya estaba metida en otro, ahora la alfombra estaba cubierta de vino tinto.
— Ma-maldita sea... — era un desastre y no había forma de quitar fácilmente un tipo de mancha. El problema era que ese tipo de errores no terminaban en un simple regaño o despido, en aquel lugar se solucionaba con castigos extremos y no se le apetecía tener que jugar a la ruleta rusa de nuevo.
Podría intentar limpiarlo con algún producto o pedir ayuda de alguien, pero ella no tenía idea de nada de eso, solo quería jugara a la "maid" por un momento. ¿El vestido? Le pertenecía a una de las criadas de la hacienda, ella solo lo tomó para ver que tal le quedaba.
Simplemente se retiró del lugar lentamente, rogando que culparan a algún gato o algo por el estilo.