Atrás en el tiempo, cuando Ranamon era una villana presumida y algo cruel, ella había amasado una gran cantidad de fans acérrimos.
Tras el fin de la Ranamon mala, muchos humanos habían tenido que lidiar con la fama que ella había ganado años atrás.
Indigo no estaba acostumbrado a ser un idol, pero intentaba no decepcionar a aquellos que no entendían que él no era el mismo Ranamon que admiraban. Solo era un chico joven de 24 años que había encontrado el espíritu digital de agua.
"Firmar autógrafos, darles la mano, lanzarles besos...", susurraba Indigo, apoyado en la ventana de su pequeña cabaña en la playa. "Esto es nepotismo, he nacido con toda esta admiración. Y, aunque salve el mundo cada semana, solo me quieren por lo que ella hizo - seducirlos", se quejó Indigo, inflando las mejillas con cara de diva ofendida.
Tras el fin de la Ranamon mala, muchos humanos habían tenido que lidiar con la fama que ella había ganado años atrás.
Indigo no estaba acostumbrado a ser un idol, pero intentaba no decepcionar a aquellos que no entendían que él no era el mismo Ranamon que admiraban. Solo era un chico joven de 24 años que había encontrado el espíritu digital de agua.
"Firmar autógrafos, darles la mano, lanzarles besos...", susurraba Indigo, apoyado en la ventana de su pequeña cabaña en la playa. "Esto es nepotismo, he nacido con toda esta admiración. Y, aunque salve el mundo cada semana, solo me quieren por lo que ella hizo - seducirlos", se quejó Indigo, inflando las mejillas con cara de diva ofendida.
Atrás en el tiempo, cuando Ranamon era una villana presumida y algo cruel, ella había amasado una gran cantidad de fans acérrimos.
Tras el fin de la Ranamon mala, muchos humanos habían tenido que lidiar con la fama que ella había ganado años atrás.
Indigo no estaba acostumbrado a ser un idol, pero intentaba no decepcionar a aquellos que no entendían que él no era el mismo Ranamon que admiraban. Solo era un chico joven de 24 años que había encontrado el espíritu digital de agua.
"Firmar autógrafos, darles la mano, lanzarles besos...", susurraba Indigo, apoyado en la ventana de su pequeña cabaña en la playa. "Esto es nepotismo, he nacido con toda esta admiración. Y, aunque salve el mundo cada semana, solo me quieren por lo que ella hizo - seducirlos", se quejó Indigo, inflando las mejillas con cara de diva ofendida.
