La brisa nocturna acariciaba mi rostro mientras caminaba por una calle poco transitada. Las luces en la distancia llamaron mi atención, parpadeando con colores vibrantes que parecían bailar en la oscuridad. Siguiendo aquel resplandor, mis pasos me llevaron a un lugar lleno de risas, música y voces animadas
Me detuve en la entrada, observando el bullicio con una mezcla de curiosidad y asombro. La feria parecía un mar de movimiento, desde los carritos de comida que dejaban escapar aromas dulces y especiados, hasta los juegos mecánicos que giraban y se mecían como si fueran a tocar las estrellas.
Pero lo que más capturó mi atención fue la gran noria. Sus luces giraban con un ritmo hipnótico, iluminando el cielo como un faro en la noche. Era imponente, pero al mismo tiempo había algo fascinante en su movimiento constante y sereno
"lo que ellos llaman distracción no es tan malo después de todo. Quizás, estas pequeñas cosas sean las que hacen que este mundo sea tan especial."
Me detuve en la entrada, observando el bullicio con una mezcla de curiosidad y asombro. La feria parecía un mar de movimiento, desde los carritos de comida que dejaban escapar aromas dulces y especiados, hasta los juegos mecánicos que giraban y se mecían como si fueran a tocar las estrellas.
Pero lo que más capturó mi atención fue la gran noria. Sus luces giraban con un ritmo hipnótico, iluminando el cielo como un faro en la noche. Era imponente, pero al mismo tiempo había algo fascinante en su movimiento constante y sereno
"lo que ellos llaman distracción no es tan malo después de todo. Quizás, estas pequeñas cosas sean las que hacen que este mundo sea tan especial."
La brisa nocturna acariciaba mi rostro mientras caminaba por una calle poco transitada. Las luces en la distancia llamaron mi atención, parpadeando con colores vibrantes que parecían bailar en la oscuridad. Siguiendo aquel resplandor, mis pasos me llevaron a un lugar lleno de risas, música y voces animadas
Me detuve en la entrada, observando el bullicio con una mezcla de curiosidad y asombro. La feria parecía un mar de movimiento, desde los carritos de comida que dejaban escapar aromas dulces y especiados, hasta los juegos mecánicos que giraban y se mecían como si fueran a tocar las estrellas.
Pero lo que más capturó mi atención fue la gran noria. Sus luces giraban con un ritmo hipnótico, iluminando el cielo como un faro en la noche. Era imponente, pero al mismo tiempo había algo fascinante en su movimiento constante y sereno
"lo que ellos llaman distracción no es tan malo después de todo. Quizás, estas pequeñas cosas sean las que hacen que este mundo sea tan especial."