Soñé, después de episodios de angustia desbordante, con la criatura que sellaría mi existencia para siempre, mi alma dormida, mi bruno corazón.

Mis sueños, tendrían desde ese día, dibujados su identidad, su faz me era desconocida en esos instantes de majestad onírica.

Y el amor que demostraba en esos vastos reinos, el reino del ensueño, la alucinación, la fantasía: era sencillamente desgarrador.
Soñé, después de episodios de angustia desbordante, con la criatura que sellaría mi existencia para siempre, mi alma dormida, mi bruno corazón. Mis sueños, tendrían desde ese día, dibujados su identidad, su faz me era desconocida en esos instantes de majestad onírica. Y el amor que demostraba en esos vastos reinos, el reino del ensueño, la alucinación, la fantasía: era sencillamente desgarrador.
Me encocora
1
0 turnos 0 maullidos 155 vistas
Patrocinados
Patrocinados