Se está volviendo loco, nadie le avisó nada, pero eso no impedirá que organice lo que puede o lo poco que sabe que debe hacer, según su propio conocimiento de una boda.
Espero por tanto tiempo eso que, como alguien se lo arruine, jura que va a matar a medio planeta.
Iba de un lado a otro, acomodando, moviendo, haciendo, destruyendo, quería que todo fuera perfecto, su esposo no merecía menos a pesar de que la roca del sacrificio era algo atemorizante en cierto modo.
—Respira, Lucifer... respira... ¡Se me olvidó como respirar!
Volvió a volar de un lado a otro con velocidad, el ansia, la emoción, los nervios y la desesperación lo están carcomiendo por dentro.
Espero por tanto tiempo eso que, como alguien se lo arruine, jura que va a matar a medio planeta.
Iba de un lado a otro, acomodando, moviendo, haciendo, destruyendo, quería que todo fuera perfecto, su esposo no merecía menos a pesar de que la roca del sacrificio era algo atemorizante en cierto modo.
—Respira, Lucifer... respira... ¡Se me olvidó como respirar!
Volvió a volar de un lado a otro con velocidad, el ansia, la emoción, los nervios y la desesperación lo están carcomiendo por dentro.
Se está volviendo loco, nadie le avisó nada, pero eso no impedirá que organice lo que puede o lo poco que sabe que debe hacer, según su propio conocimiento de una boda.
Espero por tanto tiempo eso que, como alguien se lo arruine, jura que va a matar a medio planeta.
Iba de un lado a otro, acomodando, moviendo, haciendo, destruyendo, quería que todo fuera perfecto, su esposo no merecía menos a pesar de que la roca del sacrificio era algo atemorizante en cierto modo.
—Respira, Lucifer... respira... ¡Se me olvidó como respirar!
Volvió a volar de un lado a otro con velocidad, el ansia, la emoción, los nervios y la desesperación lo están carcomiendo por dentro.
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