#Longtext


• A night like any other
• 𝓝𝓸𝓪𝓱 𝓟𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮


Siempre le había gustado pasar sus situaciones personales en soledad, estaba acostumbrado y realmente no necesitaba de nadie. Sus dedos cubiertos por guantes oscuros acariciaron el cuadro familiar, uno donde él no existía aún. Se veían tan felices, se preguntó si realmente lo eran, pero podía verlo en la pintura retratada, la emoción estaba ahí, no estaba oculta.

Nunca llegó a pensar que sería el problema de algo, sino que podría ser la solución a un problema, pero ese era parte de su ego y orgullo, que le hacía querer resolver hasta lo imposible. Pero no podía, no podía resolver sus dudas ni desaparecer esos sentimientos de pesar consigo mismo.

Tomó asiento y se sirvió una copa de vino, no le importaba de cuál fuera, sólo deseaba beber hasta al amanecer y olvidar quién era, dónde estaba o que hacía en ese lugar.

La corona parecía falsa, ¿Y dónde estaba la nobleza del príncipe heredero? Sólo daba lástima, pero la lástima se convertía en rabia y la rabia podía hacer muchas cosas, podía destruir naciones, países enteros. Podría hacerlo, pero no lo hacía y quería saber, ¿porqué no lo hacía?

Bebió otra copa, no recordaba por cuál iba, bueno, no le importaba.

Beber y beber, hasta ahogar su alma y no reconocer la figura que observaba en el reflejo de la copa de cristal. Su expresión cambió luego de ver esos ojos, curiosos, pero vacíos, parecían no encontrar sentido a lo que veían y se observaban a sí mismo. En segundos la copa se estrelló contra la pared, volviéndose añicos, pero volvió a tomar otra y volvió a beber. Toda la noche, perdido en su propia hipnosis de locura.

#Longtext • A night like any other • 𝓝𝓸𝓪𝓱 𝓟𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮 Siempre le había gustado pasar sus situaciones personales en soledad, estaba acostumbrado y realmente no necesitaba de nadie. Sus dedos cubiertos por guantes oscuros acariciaron el cuadro familiar, uno donde él no existía aún. Se veían tan felices, se preguntó si realmente lo eran, pero podía verlo en la pintura retratada, la emoción estaba ahí, no estaba oculta. Nunca llegó a pensar que sería el problema de algo, sino que podría ser la solución a un problema, pero ese era parte de su ego y orgullo, que le hacía querer resolver hasta lo imposible. Pero no podía, no podía resolver sus dudas ni desaparecer esos sentimientos de pesar consigo mismo. Tomó asiento y se sirvió una copa de vino, no le importaba de cuál fuera, sólo deseaba beber hasta al amanecer y olvidar quién era, dónde estaba o que hacía en ese lugar. La corona parecía falsa, ¿Y dónde estaba la nobleza del príncipe heredero? Sólo daba lástima, pero la lástima se convertía en rabia y la rabia podía hacer muchas cosas, podía destruir naciones, países enteros. Podría hacerlo, pero no lo hacía y quería saber, ¿porqué no lo hacía? Bebió otra copa, no recordaba por cuál iba, bueno, no le importaba. Beber y beber, hasta ahogar su alma y no reconocer la figura que observaba en el reflejo de la copa de cristal. Su expresión cambió luego de ver esos ojos, curiosos, pero vacíos, parecían no encontrar sentido a lo que veían y se observaban a sí mismo. En segundos la copa se estrelló contra la pared, volviéndose añicos, pero volvió a tomar otra y volvió a beber. Toda la noche, perdido en su propia hipnosis de locura.
Me gusta
Me shockea
2
0 turnos 0 maullidos 331 vistas
Patrocinados
Patrocinados