Hacia un siglo que no había tocado un instrumento, según lo que él mismo pensaba, era porque la música formaba parte del mundo al que pertenecía su padre, entre más se acercaba al mundo artístico más se parecía a él, ¿no esa era la razón por la que se cortó el cabello y lo tiñó de negro?, pero por alguna razón ese violín en la pared justo aquel día le llamaba a tocar algunas notas en el. Un poco frustrado se puso de pie bajando el estuche y sacándolo de dentro.

Paseo por un segundo sus dedos por las cuerdas, era en parte nostálgico el echo de estará ahí con uno de los primeros instrumentos que aprendió a tocar y el único que podía tener en ese pequeño departamento, lo colocó en posición sobre su hombro y luego tomó el arco para dar, lo que él llamaba, las primeras pinceladas. La melodía era suave pero al mismo tiempo era concisa, disfrutaba esa sensación cuando las cuerdas eran raspadas por el arco, dando ese sonido tan mágico. — Do you still remember the girl with the violin?.— La última pregunta que escucho que alguien le hiciera a su padre, se quedó grabada en su memoria, como él aún recordaba su primer asesinato al parecer Lestad jamás olvidó tampoco a su primera víctima, “Ohh el poder de la sangre”, por su cabeza siempre rondaban los recuerdos de la plantación, de el océano, de Nueva Orleans.
Hacia un siglo que no había tocado un instrumento, según lo que él mismo pensaba, era porque la música formaba parte del mundo al que pertenecía su padre, entre más se acercaba al mundo artístico más se parecía a él, ¿no esa era la razón por la que se cortó el cabello y lo tiñó de negro?, pero por alguna razón ese violín en la pared justo aquel día le llamaba a tocar algunas notas en el. Un poco frustrado se puso de pie bajando el estuche y sacándolo de dentro. Paseo por un segundo sus dedos por las cuerdas, era en parte nostálgico el echo de estará ahí con uno de los primeros instrumentos que aprendió a tocar y el único que podía tener en ese pequeño departamento, lo colocó en posición sobre su hombro y luego tomó el arco para dar, lo que él llamaba, las primeras pinceladas. La melodía era suave pero al mismo tiempo era concisa, disfrutaba esa sensación cuando las cuerdas eran raspadas por el arco, dando ese sonido tan mágico. — Do you still remember the girl with the violin?.— La última pregunta que escucho que alguien le hiciera a su padre, se quedó grabada en su memoria, como él aún recordaba su primer asesinato al parecer Lestad jamás olvidó tampoco a su primera víctima, “Ohh el poder de la sangre”, por su cabeza siempre rondaban los recuerdos de la plantación, de el océano, de Nueva Orleans.
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