Había quedado de verse con su hermano en ese lugar para cenar, usualmente el menor elegía los lugares donde comían porque tenía una extraña fijación por los lugares elegantes y costosos, pero Baal prefería ese pequeño restaurante en medio de la nada donde vendían unas hamburguesas que eran aparentemente deliciosas, algo de lo que no estaba muy seguro pues, al igual que otros demonios, carecía del sentido del gusto.
Al llegar al lugar, estacionó su moto y al jonver al rededor el auto de su hermano, supo que aún no llegaba por lo que entró para esperarlo dentro mientras tomaba un poco de café. Esperaba que el menor no se retrasara, quería ir a buscar a su novia para llevarla a una especie de ...¿cómo lo llamaban?, ¿cita?, en fin, soltó un profundo suspiró mientras esperaba la llegada del señor de los infiernos.
Al llegar al lugar, estacionó su moto y al jonver al rededor el auto de su hermano, supo que aún no llegaba por lo que entró para esperarlo dentro mientras tomaba un poco de café. Esperaba que el menor no se retrasara, quería ir a buscar a su novia para llevarla a una especie de ...¿cómo lo llamaban?, ¿cita?, en fin, soltó un profundo suspiró mientras esperaba la llegada del señor de los infiernos.
Había quedado de verse con su hermano en ese lugar para cenar, usualmente el menor elegía los lugares donde comían porque tenía una extraña fijación por los lugares elegantes y costosos, pero Baal prefería ese pequeño restaurante en medio de la nada donde vendían unas hamburguesas que eran aparentemente deliciosas, algo de lo que no estaba muy seguro pues, al igual que otros demonios, carecía del sentido del gusto.
Al llegar al lugar, estacionó su moto y al jonver al rededor el auto de su hermano, supo que aún no llegaba por lo que entró para esperarlo dentro mientras tomaba un poco de café. Esperaba que el menor no se retrasara, quería ir a buscar a su novia para llevarla a una especie de ...¿cómo lo llamaban?, ¿cita?, en fin, soltó un profundo suspiró mientras esperaba la llegada del señor de los infiernos.