-Al día siguiente, 24 de diciembre, uno de los días en donde mucha gente celebra la nochebuena entre muchos seres queridos que acompañan el día tras día, Tomoki no se sintió identificado como otras personas que sonreían, se sentían felices, alegres, rodeado de tanta magia con sus familias. El estuvo solo, sentado en un escalón, con una mirada seria fija en un solo sitio, manteniendo su silencio sin tener emociones ni nada en su rostro. Era una señal de que un hombre como el reflejaba el dolor y tristeza de la que contiene dentro de su corazón, y es porque en esos días tan especiales en la navidad, no tenía a su madre quien lo acompañase, ya que falleció hace 2 años atrás. Es por eso que no le gustaba celebrar los días especiales como la nochebuena. Para Tomoki, tuvo una vida difícil de seguir hacia adelante, de levantar la cabeza y no tirar la toalla. Pero el dolor, la tristeza, el medio vacio, que le faltaba por rellenar en su corazón que era su madre, lo llevaba consigo mismo durante todos los años.-
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