Esa noche había luna llena, un momento perfecto para dar rienda suelta a su yo más puro y animal, para poder disfrutar de la belleza de la luz que esta emitía en mitad del oscuro cielo. Acompañada por millones de estrellas.
Usó su forma animal al completo, un hermoso lobo de pelaje denso y negro, con unos ojos que brillaban intensamente en tono azul celeste.
Corrió por los bosques libre, sintiendo la brisa contra su rostro y la tierra bajo sus fuertes patas. Finalmente llegó a un pequeño pero hermoso lago donde la luna y la estrellas se reflejaban como si de un espejo se tratase. Era un paisaje digno de admirar, relajante, puro.
Pero algo lo distrajo, un suave sonido que sus oídos captaron enseguida, haciéndolo girarse de golpe para asegurarse de qué o quién se estaba acercando a perturbar su momento de paz.
Usó su forma animal al completo, un hermoso lobo de pelaje denso y negro, con unos ojos que brillaban intensamente en tono azul celeste.
Corrió por los bosques libre, sintiendo la brisa contra su rostro y la tierra bajo sus fuertes patas. Finalmente llegó a un pequeño pero hermoso lago donde la luna y la estrellas se reflejaban como si de un espejo se tratase. Era un paisaje digno de admirar, relajante, puro.
Pero algo lo distrajo, un suave sonido que sus oídos captaron enseguida, haciéndolo girarse de golpe para asegurarse de qué o quién se estaba acercando a perturbar su momento de paz.
Esa noche había luna llena, un momento perfecto para dar rienda suelta a su yo más puro y animal, para poder disfrutar de la belleza de la luz que esta emitía en mitad del oscuro cielo. Acompañada por millones de estrellas.
Usó su forma animal al completo, un hermoso lobo de pelaje denso y negro, con unos ojos que brillaban intensamente en tono azul celeste.
Corrió por los bosques libre, sintiendo la brisa contra su rostro y la tierra bajo sus fuertes patas. Finalmente llegó a un pequeño pero hermoso lago donde la luna y la estrellas se reflejaban como si de un espejo se tratase. Era un paisaje digno de admirar, relajante, puro.
Pero algo lo distrajo, un suave sonido que sus oídos captaron enseguida, haciéndolo girarse de golpe para asegurarse de qué o quién se estaba acercando a perturbar su momento de paz.