Sostuvo el anillo entre sus dedos, observando cómo el diamante reflejaba pequeños destellos de luz en la penumbra. Al principio, no podía negar que el diseño era hermoso, pero cuando leyó el mensaje grabado en su interior, su expresión cambió drásticamente.
Sus pupilas se contrajeron y un destello peligroso cruzó por sus ojos, la calma inicial desvaneciéndose en un instante. Cerró el puño alrededor del anillo, apretándolo con fuerza, mientras su mente repetía aquellas palabras que le provocaban una mezcla de ira y disgusto.
—¿"Alguna parte de mi cuerpo se vende bien"? Por supuesto, porque nada dice "feliz cumpleaños" como reducirme a un maldito trozo de mercancía… —Murmuró, con un tono cargado de sarcasmo
Levantó la mirada, como si el remitente estuviera presente, aunque sabía que no era así. Inspiró profundamente, intentando controlar el torbellino de emociones que se había desatado en su interior.
—¿Qué clase de humor enfermo es este? —Pensó, su ceño ahora fruncido.
Finalmente, dejó el anillo sobre una mesa cercana con un movimiento brusco, como si el simple hecho de tenerlo en sus manos le resultara incómodo. Cruzó los brazos, su postura reflejando una mezcla de indignación y ofensa.
—Bendiciones… Qué considerado. Lástima que olvidaron agregar algo como "no intentes insultar a la receptora mientras lo haces". —Comento al aire, con un deje de ironía y clara molestia,
Tras un momento, su expresión se suavizó ligeramente, aunque la incomodidad persistía. A pesar de todo, no podía negar que el regalo tenía su valor, pero el mensaje había empañado cualquier intención positiva que pudiera haber detrás.
—Supongo que debería estar agradecida… Aunque me pregunto si debería de dormir con un ojo abierto por si alguien me trata de quitar una escama.
Con un último suspiro, se alejó del anillo, prefiriendo concentrarse en otros obsequios que no le recordaran lo raro que podía ser recibir regalos, especialmente uno tan ambiguo como aquel.
[¡Gracias por el regalo, Gaikokujin ᵂᵃⁿᵈᵉʳⁱⁿᵍ ᴮˡᵃˢᵖʰᵉᵐʸ! ♥
Aunque la dragona no esté contenta, yo lo agradezco por ella (?)]
Sus pupilas se contrajeron y un destello peligroso cruzó por sus ojos, la calma inicial desvaneciéndose en un instante. Cerró el puño alrededor del anillo, apretándolo con fuerza, mientras su mente repetía aquellas palabras que le provocaban una mezcla de ira y disgusto.
—¿"Alguna parte de mi cuerpo se vende bien"? Por supuesto, porque nada dice "feliz cumpleaños" como reducirme a un maldito trozo de mercancía… —Murmuró, con un tono cargado de sarcasmo
Levantó la mirada, como si el remitente estuviera presente, aunque sabía que no era así. Inspiró profundamente, intentando controlar el torbellino de emociones que se había desatado en su interior.
—¿Qué clase de humor enfermo es este? —Pensó, su ceño ahora fruncido.
Finalmente, dejó el anillo sobre una mesa cercana con un movimiento brusco, como si el simple hecho de tenerlo en sus manos le resultara incómodo. Cruzó los brazos, su postura reflejando una mezcla de indignación y ofensa.
—Bendiciones… Qué considerado. Lástima que olvidaron agregar algo como "no intentes insultar a la receptora mientras lo haces". —Comento al aire, con un deje de ironía y clara molestia,
Tras un momento, su expresión se suavizó ligeramente, aunque la incomodidad persistía. A pesar de todo, no podía negar que el regalo tenía su valor, pero el mensaje había empañado cualquier intención positiva que pudiera haber detrás.
—Supongo que debería estar agradecida… Aunque me pregunto si debería de dormir con un ojo abierto por si alguien me trata de quitar una escama.
Con un último suspiro, se alejó del anillo, prefiriendo concentrarse en otros obsequios que no le recordaran lo raro que podía ser recibir regalos, especialmente uno tan ambiguo como aquel.
[¡Gracias por el regalo, Gaikokujin ᵂᵃⁿᵈᵉʳⁱⁿᵍ ᴮˡᵃˢᵖʰᵉᵐʸ! ♥
Aunque la dragona no esté contenta, yo lo agradezco por ella (?)]
Sostuvo el anillo entre sus dedos, observando cómo el diamante reflejaba pequeños destellos de luz en la penumbra. Al principio, no podía negar que el diseño era hermoso, pero cuando leyó el mensaje grabado en su interior, su expresión cambió drásticamente.
Sus pupilas se contrajeron y un destello peligroso cruzó por sus ojos, la calma inicial desvaneciéndose en un instante. Cerró el puño alrededor del anillo, apretándolo con fuerza, mientras su mente repetía aquellas palabras que le provocaban una mezcla de ira y disgusto.
—¿"Alguna parte de mi cuerpo se vende bien"? Por supuesto, porque nada dice "feliz cumpleaños" como reducirme a un maldito trozo de mercancía… —Murmuró, con un tono cargado de sarcasmo
Levantó la mirada, como si el remitente estuviera presente, aunque sabía que no era así. Inspiró profundamente, intentando controlar el torbellino de emociones que se había desatado en su interior.
—¿Qué clase de humor enfermo es este? —Pensó, su ceño ahora fruncido.
Finalmente, dejó el anillo sobre una mesa cercana con un movimiento brusco, como si el simple hecho de tenerlo en sus manos le resultara incómodo. Cruzó los brazos, su postura reflejando una mezcla de indignación y ofensa.
—Bendiciones… Qué considerado. Lástima que olvidaron agregar algo como "no intentes insultar a la receptora mientras lo haces". —Comento al aire, con un deje de ironía y clara molestia,
Tras un momento, su expresión se suavizó ligeramente, aunque la incomodidad persistía. A pesar de todo, no podía negar que el regalo tenía su valor, pero el mensaje había empañado cualquier intención positiva que pudiera haber detrás.
—Supongo que debería estar agradecida… Aunque me pregunto si debería de dormir con un ojo abierto por si alguien me trata de quitar una escama.
Con un último suspiro, se alejó del anillo, prefiriendo concentrarse en otros obsequios que no le recordaran lo raro que podía ser recibir regalos, especialmente uno tan ambiguo como aquel.
[¡Gracias por el regalo, [Gaikos]! ♥
Aunque la dragona no esté contenta, yo lo agradezco por ella (?)]