Tragó saliva con notoria inseguridad. Incluso con lentillas y con una máscara, se sentía terriblemente aterrado.

Hizo que crujiese su cuello y sus nudillos. Se acomodó la mascarilla de nuevo, para asegurarse que cubra gran parte de su rostro.

Su puño se prendió en fuego. Sintió una gota de sudor recorrer de su frente a su mentón. No era el calor del fuego. Él no lo sentía, ni tampoco le quemaba. Estaba nervioso. Bastante, de hecho, pero... Le dijeron que si tenía un poder, debía usarlo para hacer lo correcto.

Esperó a que sus hermanos se duerman, que la casa esté en silencio... Y Finalmente salió.

Su barrio estaba lleno de pandilleros y de criminales, ya tenía por donde iniciar.

(Solo espero que... Esto no salga mal.)

//En continuidad este post es anterior al último que hice (?)