"饾摏饾摢 饾摶饾摦饾摥饾摢饾摥饾摢" con Joffie Goldie
Varios días transcurrieron desde que Jofiel pasó la noche en su pequeño apartamento. Por suerte ninguno de los hombres de su jefe les pilló pues podría haber resultado en un encuentro verdaderamente desagradable.
Esa noche el club tuvo que cerrar sus puertas antes de tiempo pues sufrieron una inspección sorpresa por parte de la policía, ¿por qué? Obviamente por sospecha de contrabando de drogas y trata de blancas, entre otros asuntos ilícitos.
Shinobu estaba volviendo a su pequeño departamento, sin la compañía de aquellos mafiosos cosas extraña pues generalmente le perseguían en las sombras para asegurarse de que no huía, cuando a un par de manzanas de su destino, recibió una llamada del jefe.
-¿Qué quieres?- Respondió seco y sin ganas al descolgar dicha llamada.
-¿Vas a seguir hablándome así siempre, niño? Un día de estos voy a tener que enseñarte modales como corresponde.- Mustió el hombre al otro lado del teléfono, justo antes de seguir. -Escúchame, hoy ni se te ocurra aparecer por el apartamento. La policía a montado una redada allí también, saben que el edificio nos pertenece. Por esta noche te tendrás que buscar la vida, mocoso. Claro que... También está disponible mi casa y mi cama. Te quitaría parte de la deuda si accedieras, ya lo sabes.
-Ugh. Vuelve a repetir eso y te pateo la cara cuando te vea. Ya me buscaré la vida. Adiós.- Y colgó sin más.
Sí, posiblemente algún día le pasaría factura el tratar así a esos tipos, sobre todo al jefe de estos, pero estaba lo suficientemente cansado de la situación y de ellos como para que le importase bien poco.
Pensó en las posibilidades que tenía para esa noche. Lo cierto es que había un par de lugares a los que podía ir pero, sin comprender muy bien el por qué, una idea pasó por su mente. ¿Y sí llamaba a Jofiel y le pedía hospedaje por una noche? En realidad era bastante tarde entrada la noche por lo que no estaba seguro de molestarle, pero... Maldita sea, no lo admitiría, pero quería verle de nuevo. Se quedó parado ya unas calles más alejado de donde se encontraba su propio apartamento, apoyó la espalda en una pared y procedió a llamar. Una vez que la llamada se descolgó al otro lado, le explicó un poco por encima al rubio lo ocurrido y que necesitaba un lugar donde pasar la noche. Estaba nervioso, sentía que el corazón le latía con rapidez y las manos le temblaban un poco. Quizá porque rememoró la noche que pasaron abrazados juntos. Nada más, sencillamente durmieron juntos sin ningún tipo de acto carnal, pero aún así, se ponía nervioso al recordarlo.
Varios días transcurrieron desde que Jofiel pasó la noche en su pequeño apartamento. Por suerte ninguno de los hombres de su jefe les pilló pues podría haber resultado en un encuentro verdaderamente desagradable.
Esa noche el club tuvo que cerrar sus puertas antes de tiempo pues sufrieron una inspección sorpresa por parte de la policía, ¿por qué? Obviamente por sospecha de contrabando de drogas y trata de blancas, entre otros asuntos ilícitos.
Shinobu estaba volviendo a su pequeño departamento, sin la compañía de aquellos mafiosos cosas extraña pues generalmente le perseguían en las sombras para asegurarse de que no huía, cuando a un par de manzanas de su destino, recibió una llamada del jefe.
-¿Qué quieres?- Respondió seco y sin ganas al descolgar dicha llamada.
-¿Vas a seguir hablándome así siempre, niño? Un día de estos voy a tener que enseñarte modales como corresponde.- Mustió el hombre al otro lado del teléfono, justo antes de seguir. -Escúchame, hoy ni se te ocurra aparecer por el apartamento. La policía a montado una redada allí también, saben que el edificio nos pertenece. Por esta noche te tendrás que buscar la vida, mocoso. Claro que... También está disponible mi casa y mi cama. Te quitaría parte de la deuda si accedieras, ya lo sabes.
-Ugh. Vuelve a repetir eso y te pateo la cara cuando te vea. Ya me buscaré la vida. Adiós.- Y colgó sin más.
Sí, posiblemente algún día le pasaría factura el tratar así a esos tipos, sobre todo al jefe de estos, pero estaba lo suficientemente cansado de la situación y de ellos como para que le importase bien poco.
Pensó en las posibilidades que tenía para esa noche. Lo cierto es que había un par de lugares a los que podía ir pero, sin comprender muy bien el por qué, una idea pasó por su mente. ¿Y sí llamaba a Jofiel y le pedía hospedaje por una noche? En realidad era bastante tarde entrada la noche por lo que no estaba seguro de molestarle, pero... Maldita sea, no lo admitiría, pero quería verle de nuevo. Se quedó parado ya unas calles más alejado de donde se encontraba su propio apartamento, apoyó la espalda en una pared y procedió a llamar. Una vez que la llamada se descolgó al otro lado, le explicó un poco por encima al rubio lo ocurrido y que necesitaba un lugar donde pasar la noche. Estaba nervioso, sentía que el corazón le latía con rapidez y las manos le temblaban un poco. Quizá porque rememoró la noche que pasaron abrazados juntos. Nada más, sencillamente durmieron juntos sin ningún tipo de acto carnal, pero aún así, se ponía nervioso al recordarlo.
"饾摏饾摢 饾摶饾摦饾摥饾摢饾摥饾摢" con [zephyr_titanium_raven_238]
Varios días transcurrieron desde que Jofiel pasó la noche en su pequeño apartamento. Por suerte ninguno de los hombres de su jefe les pilló pues podría haber resultado en un encuentro verdaderamente desagradable.
Esa noche el club tuvo que cerrar sus puertas antes de tiempo pues sufrieron una inspección sorpresa por parte de la policía, ¿por qué? Obviamente por sospecha de contrabando de drogas y trata de blancas, entre otros asuntos ilícitos.
Shinobu estaba volviendo a su pequeño departamento, sin la compañía de aquellos mafiosos cosas extraña pues generalmente le perseguían en las sombras para asegurarse de que no huía, cuando a un par de manzanas de su destino, recibió una llamada del jefe.
-¿Qué quieres?- Respondió seco y sin ganas al descolgar dicha llamada.
-¿Vas a seguir hablándome así siempre, niño? Un día de estos voy a tener que enseñarte modales como corresponde.- Mustió el hombre al otro lado del teléfono, justo antes de seguir. -Escúchame, hoy ni se te ocurra aparecer por el apartamento. La policía a montado una redada allí también, saben que el edificio nos pertenece. Por esta noche te tendrás que buscar la vida, mocoso. Claro que... También está disponible mi casa y mi cama. Te quitaría parte de la deuda si accedieras, ya lo sabes.
-Ugh. Vuelve a repetir eso y te pateo la cara cuando te vea. Ya me buscaré la vida. Adiós.- Y colgó sin más.
Sí, posiblemente algún día le pasaría factura el tratar así a esos tipos, sobre todo al jefe de estos, pero estaba lo suficientemente cansado de la situación y de ellos como para que le importase bien poco.
Pensó en las posibilidades que tenía para esa noche. Lo cierto es que había un par de lugares a los que podía ir pero, sin comprender muy bien el por qué, una idea pasó por su mente. ¿Y sí llamaba a Jofiel y le pedía hospedaje por una noche? En realidad era bastante tarde entrada la noche por lo que no estaba seguro de molestarle, pero... Maldita sea, no lo admitiría, pero quería verle de nuevo. Se quedó parado ya unas calles más alejado de donde se encontraba su propio apartamento, apoyó la espalda en una pared y procedió a llamar. Una vez que la llamada se descolgó al otro lado, le explicó un poco por encima al rubio lo ocurrido y que necesitaba un lugar donde pasar la noche. Estaba nervioso, sentía que el corazón le latía con rapidez y las manos le temblaban un poco. Quizá porque rememoró la noche que pasaron abrazados juntos. Nada más, sencillamente durmieron juntos sin ningún tipo de acto carnal, pero aún así, se ponía nervioso al recordarlo.