𝑼𝒏 𝒗𝒊𝒂𝒋𝒆 𝒅𝒆 𝒓𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐.
Viajar de nuevo a una de sus patrias, Jonia, por suerte esta vez no era por necesidad, más bien era por placer, quería hacer una visita a uno de sus lugares más importantes, allí donde creció de niña.
La virtuosa de las cuerdas viajaba en un carro tirado por caballos demacianos mientras suaves notas de su etwahl amenizaban el viaje. Sona supo perfectamente en qué momento se entraba a tierras jonias pues el verde era más intenso y la magia en equilibrio rodeaba todo aquello cuanto se veía.
Sona admiraba el sonido de los riachuelos, junto a la perfecta armonía del follaje de los árboles mecerse con la brisa suave y refrescantes, los grillos acompañando aquella armonía con su cantar dulce y acompasado.
No se resistió a la tentación y unas suaves notas vibraron en el aire, una melodía de valor.
Había vuelto a su hogar original, había vuelto a Jonia.
La virtuosa de las cuerdas viajaba en un carro tirado por caballos demacianos mientras suaves notas de su etwahl amenizaban el viaje. Sona supo perfectamente en qué momento se entraba a tierras jonias pues el verde era más intenso y la magia en equilibrio rodeaba todo aquello cuanto se veía.
Sona admiraba el sonido de los riachuelos, junto a la perfecta armonía del follaje de los árboles mecerse con la brisa suave y refrescantes, los grillos acompañando aquella armonía con su cantar dulce y acompasado.
No se resistió a la tentación y unas suaves notas vibraron en el aire, una melodía de valor.
Había vuelto a su hogar original, había vuelto a Jonia.
Viajar de nuevo a una de sus patrias, Jonia, por suerte esta vez no era por necesidad, más bien era por placer, quería hacer una visita a uno de sus lugares más importantes, allí donde creció de niña.
La virtuosa de las cuerdas viajaba en un carro tirado por caballos demacianos mientras suaves notas de su etwahl amenizaban el viaje. Sona supo perfectamente en qué momento se entraba a tierras jonias pues el verde era más intenso y la magia en equilibrio rodeaba todo aquello cuanto se veía.
Sona admiraba el sonido de los riachuelos, junto a la perfecta armonía del follaje de los árboles mecerse con la brisa suave y refrescantes, los grillos acompañando aquella armonía con su cantar dulce y acompasado.
No se resistió a la tentación y unas suaves notas vibraron en el aire, una melodía de valor.
Había vuelto a su hogar original, había vuelto a Jonia.
Tipo
Individual
Líneas
Cualquier línea
Estado
Disponible