—No, no puede...

Le llegó un golpe de realidad que terminó desmoronando demasiadas cosas, como una ola que de repente destruye un castillo en la arena, sintiéndose impotente por no poder hacer más.

Miraba aquel par de anillos, consciente de que, por más que lo prometiera y quisiera, seguía siendo incapaz de cumplir esa promesa.

—Maldita sea... ¡Mierda!

Terminó destruyendo el escritorio con sólo un golpe, frustrado por completo, maquilando alguna solución, debía existir, algo debía poder hacer sin llegar a destruir todo por lo que tanto esperó.
—No, no puede... Le llegó un golpe de realidad que terminó desmoronando demasiadas cosas, como una ola que de repente destruye un castillo en la arena, sintiéndose impotente por no poder hacer más. Miraba aquel par de anillos, consciente de que, por más que lo prometiera y quisiera, seguía siendo incapaz de cumplir esa promesa. —Maldita sea... ¡Mierda! Terminó destruyendo el escritorio con sólo un golpe, frustrado por completo, maquilando alguna solución, debía existir, algo debía poder hacer sin llegar a destruir todo por lo que tanto esperó.
Me shockea
Me entristece
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