Era un completo desastre, había evitado el trabajo pero aquel día ya no podía evitar ir a lo que ella llamaba la “la oficina”, terminó gracioso según ella. Su traje bien planchado y unos lentes de sol conformaban su vestimenta que parecía sencilla, pero para ella eran lo más imponente que podía usar, se rio para su adentros y se dijo a sí misma.— Bonjour Sa Majesté, que Dieu sauve la reine.—
Era un completo desastre, había evitado el trabajo pero aquel día ya no podía evitar ir a lo que ella llamaba la “la oficina”, terminó gracioso según ella. Su traje bien planchado y unos lentes de sol conformaban su vestimenta que parecía sencilla, pero para ella eran lo más imponente que podía usar, se rio para su adentros y se dijo a sí misma.— Bonjour Sa Majesté, que Dieu sauve la reine.—
Me encocora
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