― ¿Quién anda ahi?―
Preguntó el joven desde la escalera con cierta curiosidad.
― Puedo olerte y escuchar tu respiración.―
Con calma dejó en las escaleras los libros.
― Este lugar es nuestro santuario, si no vienes a ayudarme a limpiar, te recomiendo irte, o "él" se enojará de verme con alguien más.―
Como si nada sacó un silbato de plata, colocándolo sobre su labio inferior, listo para soplar y alertar a los terrores de quien se ocultaba.
Preguntó el joven desde la escalera con cierta curiosidad.
― Puedo olerte y escuchar tu respiración.―
Con calma dejó en las escaleras los libros.
― Este lugar es nuestro santuario, si no vienes a ayudarme a limpiar, te recomiendo irte, o "él" se enojará de verme con alguien más.―
Como si nada sacó un silbato de plata, colocándolo sobre su labio inferior, listo para soplar y alertar a los terrores de quien se ocultaba.
― ¿Quién anda ahi?―
Preguntó el joven desde la escalera con cierta curiosidad.
― Puedo olerte y escuchar tu respiración.―
Con calma dejó en las escaleras los libros.
― Este lugar es nuestro santuario, si no vienes a ayudarme a limpiar, te recomiendo irte, o "él" se enojará de verme con alguien más.―
Como si nada sacó un silbato de plata, colocándolo sobre su labio inferior, listo para soplar y alertar a los terrores de quien se ocultaba.