Más quejidos y pequeños insultos, Wade no frenaba de clamar su inmenso dolor de cabeza.... Y cómo no hacerlo. Tenía una flecha atravesada de una sien a la otra.
Más quejidos y pequeños insultos, Wade no frenaba de clamar su inmenso dolor de cabeza.... Y cómo no hacerlo. Tenía una flecha atravesada de una sien a la otra.