Ya que su esposo no le quiere cerca, se mantuvo recluído en el palacio, revisando las heridas que quedaron en su cuerpo por los colmillos, tomando un poco de aguja e hilo para poder remachar.
La única desventaja que veía es que la tela absorbía la sangre con demasiada facilidad, por lo que sería difícil de limpiar.
Ya que su esposo no le quiere cerca, se mantuvo recluído en el palacio, revisando las heridas que quedaron en su cuerpo por los colmillos, tomando un poco de aguja e hilo para poder remachar. La única desventaja que veía es que la tela absorbía la sangre con demasiada facilidad, por lo que sería difícil de limpiar.
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