#BitchLife Despertó con el alma y el cuerpo satisfechos, aún emocionado por haber llegado a cuarta base con el dueño del bar, [Tolek], el hombre que le gusta. En una de las habitaciones de la posada, se tomó su tiempo para arreglarse como de costumbre: una ducha rápida, su cabello ondulado perfectamente peinado, y su piel impecable. Sin embargo, baja a medio vestir, llevando solo una playera holgada que apenas cubre lo necesario, descalzo, fresco y cómodo. Con una sonrisa juguetona, canturreando sin preocuparse por los posibles ojos curiosos, se cuela tras la barra buscando algo ligero para el desayuno.