Tenlo en cuenta al responder.
https://www.youtube.com/watch?v=AC1w1FjAfqE
En una hermética habitación, segura y silenciosa, hay un reloj de arena que se está moviendo. Es imposible voltearlo para volver a comenzar, es inútil intentar destruirlo o sacudirlo para alterar su recorrido.
Lleva 45 años contando el tiempo y por primera vez en mucho tiempo, se está vaciando el nivel superior.
Cuando la arena termine de caer, Matsuri Aizawa morirá. Y así como el reloj se voltea, él comenzará de nuevo en algún cuerpo nuevo, en algún lugar del mundo. Una y otra vez, hasta lograr su cometido: preservar lo que mas ama.
Un gran terremoto devastará la costa hasta partir el monte Fuji, fragmentar el Aokigahara y provocar un tsunami que haga desaparecer el último gran pulmón de Japón, el más antiguo y el más sagrado.
Tendrá epicentro a 10 kilómetros de la prefectura de Yamanashi, expandirá hasta desaparecer Kobe y sucederá en algún momento, algún día, cuando deba suceder. Pero sucederá ye se será el día en que el reloj se detenga , y todo rastro de criaturas mágicas, ancestrales, benévolas u hostiles, salvajes o gentiles, habrá desaparecido por siempre.
Su linaje ancestral sabía de este destino, y como la estrella mas brillante de una constelación, su espíritu ha viajado de cuerpo en cuerpo tratando de encontrar la manera de salvaguardar a las demás.
Perdió demasiado tiempo intentando determinar cómo detener el cataclismo, hay criaturas divinas, colosos del tiempo que desean que suceda. De ahora en más le buscarán en cada encarnación y le asesinarán tan pronto sea posible.
El tiempo sigue corriendo, y aunque cada vez tiene mas consciencia de dónde viene y qué debe lograr, el reloj no marca el tiempo del cataclismo, si no el propio.
Esta vez lleva ventaja, se ha dejado migajas confiando en que sin importar la forma, su espíritu seguiría siendo el mismo, el de curiosidad implacable. Se ha hecho de objetos mágicos, de conocimientos, de libros, de aliados, de recursos, de herramientas, pero no de lo que necesita.
Busca algo que le permita proteger a su familia del fatídico final. Aún no sabe qué es, dónde está, o si es un "alguien".
Ahora tiene una pista, tal vez es una puerta al mundo de las hadas, o la posibilidad de acceder a otros planos astrales y habitar el lugar en otro tiempo, o eternamente antes del tsunami. ¿es la llamada puerta de las hadas? ¿es mas bien una fortaleza oculta? ¿o es una anomalía temporal, una grieta en el tejido del universo? ¿hacia dónde buscar? ¿esoterismo o física cuántica, astronomía o paganismo?
Espera descubrirlo antes de que el reloj se voltee, y mientras tanto, se va dejando rastros, con la esperanza de que su próximo Yo, logre encontrar esa mágica salida.
Sólo espera no ser el último intento...
En una hermética habitación, segura y silenciosa, hay un reloj de arena que se está moviendo. Es imposible voltearlo para volver a comenzar, es inútil intentar destruirlo o sacudirlo para alterar su recorrido.
Lleva 45 años contando el tiempo y por primera vez en mucho tiempo, se está vaciando el nivel superior.
Cuando la arena termine de caer, Matsuri Aizawa morirá. Y así como el reloj se voltea, él comenzará de nuevo en algún cuerpo nuevo, en algún lugar del mundo. Una y otra vez, hasta lograr su cometido: preservar lo que mas ama.
Un gran terremoto devastará la costa hasta partir el monte Fuji, fragmentar el Aokigahara y provocar un tsunami que haga desaparecer el último gran pulmón de Japón, el más antiguo y el más sagrado.
Tendrá epicentro a 10 kilómetros de la prefectura de Yamanashi, expandirá hasta desaparecer Kobe y sucederá en algún momento, algún día, cuando deba suceder. Pero sucederá ye se será el día en que el reloj se detenga , y todo rastro de criaturas mágicas, ancestrales, benévolas u hostiles, salvajes o gentiles, habrá desaparecido por siempre.
Su linaje ancestral sabía de este destino, y como la estrella mas brillante de una constelación, su espíritu ha viajado de cuerpo en cuerpo tratando de encontrar la manera de salvaguardar a las demás.
Perdió demasiado tiempo intentando determinar cómo detener el cataclismo, hay criaturas divinas, colosos del tiempo que desean que suceda. De ahora en más le buscarán en cada encarnación y le asesinarán tan pronto sea posible.
El tiempo sigue corriendo, y aunque cada vez tiene mas consciencia de dónde viene y qué debe lograr, el reloj no marca el tiempo del cataclismo, si no el propio.
Esta vez lleva ventaja, se ha dejado migajas confiando en que sin importar la forma, su espíritu seguiría siendo el mismo, el de curiosidad implacable. Se ha hecho de objetos mágicos, de conocimientos, de libros, de aliados, de recursos, de herramientas, pero no de lo que necesita.
Busca algo que le permita proteger a su familia del fatídico final. Aún no sabe qué es, dónde está, o si es un "alguien".
Ahora tiene una pista, tal vez es una puerta al mundo de las hadas, o la posibilidad de acceder a otros planos astrales y habitar el lugar en otro tiempo, o eternamente antes del tsunami. ¿es la llamada puerta de las hadas? ¿es mas bien una fortaleza oculta? ¿o es una anomalía temporal, una grieta en el tejido del universo? ¿hacia dónde buscar? ¿esoterismo o física cuántica, astronomía o paganismo?
Espera descubrirlo antes de que el reloj se voltee, y mientras tanto, se va dejando rastros, con la esperanza de que su próximo Yo, logre encontrar esa mágica salida.
Sólo espera no ser el último intento...
https://www.youtube.com/watch?v=AC1w1FjAfqE
En una hermética habitación, segura y silenciosa, hay un reloj de arena que se está moviendo. Es imposible voltearlo para volver a comenzar, es inútil intentar destruirlo o sacudirlo para alterar su recorrido.
Lleva 45 años contando el tiempo y por primera vez en mucho tiempo, se está vaciando el nivel superior.
Cuando la arena termine de caer, Matsuri Aizawa morirá. Y así como el reloj se voltea, él comenzará de nuevo en algún cuerpo nuevo, en algún lugar del mundo. Una y otra vez, hasta lograr su cometido: preservar lo que mas ama.
Un gran terremoto devastará la costa hasta partir el monte Fuji, fragmentar el Aokigahara y provocar un tsunami que haga desaparecer el último gran pulmón de Japón, el más antiguo y el más sagrado.
Tendrá epicentro a 10 kilómetros de la prefectura de Yamanashi, expandirá hasta desaparecer Kobe y sucederá en algún momento, algún día, cuando deba suceder. Pero sucederá ye se será el día en que el reloj se detenga , y todo rastro de criaturas mágicas, ancestrales, benévolas u hostiles, salvajes o gentiles, habrá desaparecido por siempre.
Su linaje ancestral sabía de este destino, y como la estrella mas brillante de una constelación, su espíritu ha viajado de cuerpo en cuerpo tratando de encontrar la manera de salvaguardar a las demás.
Perdió demasiado tiempo intentando determinar cómo detener el cataclismo, hay criaturas divinas, colosos del tiempo que desean que suceda. De ahora en más le buscarán en cada encarnación y le asesinarán tan pronto sea posible.
El tiempo sigue corriendo, y aunque cada vez tiene mas consciencia de dónde viene y qué debe lograr, el reloj no marca el tiempo del cataclismo, si no el propio.
Esta vez lleva ventaja, se ha dejado migajas confiando en que sin importar la forma, su espíritu seguiría siendo el mismo, el de curiosidad implacable. Se ha hecho de objetos mágicos, de conocimientos, de libros, de aliados, de recursos, de herramientas, pero no de lo que necesita.
Busca algo que le permita proteger a su familia del fatídico final. Aún no sabe qué es, dónde está, o si es un "alguien".
Ahora tiene una pista, tal vez es una puerta al mundo de las hadas, o la posibilidad de acceder a otros planos astrales y habitar el lugar en otro tiempo, o eternamente antes del tsunami. ¿es la llamada puerta de las hadas? ¿es mas bien una fortaleza oculta? ¿o es una anomalía temporal, una grieta en el tejido del universo? ¿hacia dónde buscar? ¿esoterismo o física cuántica, astronomía o paganismo?
Espera descubrirlo antes de que el reloj se voltee, y mientras tanto, se va dejando rastros, con la esperanza de que su próximo Yo, logre encontrar esa mágica salida.
Sólo espera no ser el último intento...