∘₊✧──────✧₊∘𝔽𝕝𝕒𝕤𝕙𝔹𝕒𝕔𝕜∘₊✧──────✧₊∘



—ᴍɪɢᴜᴇʟ...

Murmuró suavemente, sin siquiera pestar atención al filo de la espada que amenazaba su cuello.

—ᴍɪ ᴘʀɪᴍᴇʀ ʜᴇʀᴍᴀɴᴏ... ᴍɪ ɢᴇᴍᴇʟᴏ.

𝕸𝖎𝖌𝖚𝖊𝖑:—¡ᴄɪᴇʀʀᴀ ʟᴀ ᴍᴀʟᴅɪᴛᴀ ʙᴏᴄᴀ, ꜱᴀᴍᴀᴇʟ! ᴛᴜ ʏ ʏᴏ ɴᴏ ꜱᴏᴍᴏꜱ ɴᴀᴅᴀ... ¿¡ᴄÓᴍᴏ ᴘᴜᴅɪꜱᴛᴇ ᴛʀᴀɪᴄɪᴏɴᴀʀ ᴀʟ ᴄɪᴇʟᴏ ᴘᴏʀ ᴜɴᴀ ᴍᴜᴊᴇʀ!?

El filo de la espada terminó rozando la blanca piel del caído, dejando un hilo dorado caer lentamente.

—ʏᴏ ɴᴏ ꜱᴀʙÍᴀ Qᴜᴇ... ᴛᴏᴅᴏ ᴇꜱᴛᴏ...
ᴍɪɢᴜᴇʟ, ʏᴏ ɴᴏ QᴜᴇʀÍᴀ... ꜱÓʟᴏ ʙᴜꜱᴄᴀʙᴀ ᴅᴀʀ ᴇʟ ʟɪʙʀᴇ ᴀʟʙᴇᴅʀÍᴏ ᴀ ᴀᴅÁɴ ʏ ᴀ ᴇᴠᴀ... QᴜᴇʀÍᴀ ᴇɴꜱᴇÑᴀʀʟᴇꜱ Qᴜᴇ ʜᴀʏ ᴍÁꜱ...

𝕸𝖎𝖌𝖚𝖊𝖑:—¡ꜰᴜɪꜱᴛᴇ ᴇɴ ᴄᴏɴᴛʀᴀ ᴅᴇ ɴᴏꜱᴏᴛʀᴏꜱ, ᴅᴇ ʟᴏꜱ ᴀɴᴄɪᴀɴᴏꜱ! ᴛᴜ ɴᴏ ᴄᴏɴᴏᴄᴇꜱ ʟÍᴍɪᴛᴇꜱ, ɴᴏ ᴛɪᴇɴᴇꜱ ʀᴇꜱᴘᴇᴛᴏ ᴘᴏʀ ʟᴀꜱ ɴᴏʀᴍᴀꜱ.
ʜᴀᴄᴇꜱ ᴛᴜ ᴍᴀʟᴅɪᴛᴀ ᴠᴏʟᴜɴᴛᴀᴅ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ Qᴜɪᴇʀᴇꜱ.

—¿ᴠᴀꜱ... ᴀ ᴍᴀᴛᴀʀᴍᴇ?

𝕸𝖎𝖌𝖚𝖊𝖑:—ᴅᴇʙᴇʀÍᴀ... ɴᴏ ᴍᴇʀᴇᴄᴇꜱ ᴘɪᴇᴅᴀᴅ ᴀʟɢᴜɴᴀ. ᴘᴇʀᴏ, ᴍᴀᴛᴀʀᴛᴇ, ꜱᴇʀÍᴀ ᴘɪᴀᴅᴏꜱᴏ.
ꜱᴇʀÁ ᴛɪᴇɴᴇ ᴛᴜ ᴄᴀꜱᴛɪɢᴏ, ᴘᴀɢᴀʀÁꜱ ᴘᴏʀ ᴛᴜꜱ ᴇʀʀᴏʀᴇꜱ, ꜱᴀᴍᴀᴇʟ, ᴘᴀɢᴀʀÁꜱ ᴄᴀʀᴏ.

Se escuchó un suspiro profundo, derramando la última lágrima por su, antes, hermano.

𝕸𝖎𝖌𝖚𝖊𝖑:—​🇵​​🇪​​🇷​​🇴​ ​🇩​​🇪​ ​🇲​​🇮​ ​🇨​​🇺​​🇪​​🇳​​🇹​​🇦​ ​🇨​​🇴​​🇷​​🇷​​🇪​... ​🇻​​🇴​​🇾​ ​🇦​ ​🇩​​🇪​​🇸​​🇹​​🇷​​🇴​​🇿​​🇦​​🇷​ ​🇹​​🇺​ ​🇨​​🇺​​🇪​​🇷​​🇵​​🇴​, ​🇭​​🇦​​🇸​​🇹​​🇦​ ​🇶🇺​​🇪​ ​🇩​​🇪​​🇸​​🇪​​🇪​​🇸​ ​🇾​ ​🇷​​🇺​​🇪​​🇬​​🇺​​🇪​​🇸​ ​🇦​ ​🇦​​🇿​​🇷​​🇦​​🇪​​🇱​ ​🇵​​🇴​​🇷​ ​🇱​​🇦​ ​🇲​​🇺​​🇪​​🇷​​🇹​​🇪​ ​🇵​​🇦​​🇷​​🇦​ ​🇪​​🇸​​🇨​​🇦​​🇵​​🇦​​🇷​ ​🇩​​🇪​​🇱​ ​🇲​​🇦​​🇷​​🇹​​🇮​​🇷​​🇮​​🇴​.

Y todo oscureció.
Samael había sido encadenado, torturado, atravezado con lanzas, espadas, azotado y sus alas fueron arrancadas, pluma por pluma, trozo por trozo, hueso por hueso, todo antes de ser arrojado al abismo que se volvería su nuevo hogar.
Como si aquel dolor que lo envolvía, no fuera suficiente, siguió la corrupción.
Sus piernas rotas, se fueron deformando hasta que sus pies se volvieron pezuñas, la piel de su cabeza se rompió, dejando el nacimiento a aquella cornamenta que rasgaba cada centímetro a su paso. Sus dientes, perfectos y aperlados, terminaron volviéndose en fauces afiladas con las cuales llegó a arrancar trozos de su propia lengua y, sus manos, aquellas manos que tanto crearon en el cielo, ahora eran garras. Manos blancas que terminaron manchadas en su pecado, enegreciendo lentamente, subiendo por los brazos con el paso de los años, por cada nuevo pecador que caía, manchándolo con el pecado original, lentamente, tortuoso, hasta el día en que su cuerpo se viera completamente cubierto.
∘₊✧──────✧₊∘𝔽𝕝𝕒𝕤𝕙𝔹𝕒𝕔𝕜∘₊✧──────✧₊∘ —ᴍɪɢᴜᴇʟ... Murmuró suavemente, sin siquiera pestar atención al filo de la espada que amenazaba su cuello. —ᴍɪ ᴘʀɪᴍᴇʀ ʜᴇʀᴍᴀɴᴏ... ᴍɪ ɢᴇᴍᴇʟᴏ. 𝕸𝖎𝖌𝖚𝖊𝖑:—¡ᴄɪᴇʀʀᴀ ʟᴀ ᴍᴀʟᴅɪᴛᴀ ʙᴏᴄᴀ, ꜱᴀᴍᴀᴇʟ! ᴛᴜ ʏ ʏᴏ ɴᴏ ꜱᴏᴍᴏꜱ ɴᴀᴅᴀ... ¿¡ᴄÓᴍᴏ ᴘᴜᴅɪꜱᴛᴇ ᴛʀᴀɪᴄɪᴏɴᴀʀ ᴀʟ ᴄɪᴇʟᴏ ᴘᴏʀ ᴜɴᴀ ᴍᴜᴊᴇʀ!? El filo de la espada terminó rozando la blanca piel del caído, dejando un hilo dorado caer lentamente. —ʏᴏ ɴᴏ ꜱᴀʙÍᴀ Qᴜᴇ... ᴛᴏᴅᴏ ᴇꜱᴛᴏ... ᴍɪɢᴜᴇʟ, ʏᴏ ɴᴏ QᴜᴇʀÍᴀ... ꜱÓʟᴏ ʙᴜꜱᴄᴀʙᴀ ᴅᴀʀ ᴇʟ ʟɪʙʀᴇ ᴀʟʙᴇᴅʀÍᴏ ᴀ ᴀᴅÁɴ ʏ ᴀ ᴇᴠᴀ... QᴜᴇʀÍᴀ ᴇɴꜱᴇÑᴀʀʟᴇꜱ Qᴜᴇ ʜᴀʏ ᴍÁꜱ... 𝕸𝖎𝖌𝖚𝖊𝖑:—¡ꜰᴜɪꜱᴛᴇ ᴇɴ ᴄᴏɴᴛʀᴀ ᴅᴇ ɴᴏꜱᴏᴛʀᴏꜱ, ᴅᴇ ʟᴏꜱ ᴀɴᴄɪᴀɴᴏꜱ! ᴛᴜ ɴᴏ ᴄᴏɴᴏᴄᴇꜱ ʟÍᴍɪᴛᴇꜱ, ɴᴏ ᴛɪᴇɴᴇꜱ ʀᴇꜱᴘᴇᴛᴏ ᴘᴏʀ ʟᴀꜱ ɴᴏʀᴍᴀꜱ. ʜᴀᴄᴇꜱ ᴛᴜ ᴍᴀʟᴅɪᴛᴀ ᴠᴏʟᴜɴᴛᴀᴅ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ Qᴜɪᴇʀᴇꜱ. —¿ᴠᴀꜱ... ᴀ ᴍᴀᴛᴀʀᴍᴇ? 𝕸𝖎𝖌𝖚𝖊𝖑:—ᴅᴇʙᴇʀÍᴀ... ɴᴏ ᴍᴇʀᴇᴄᴇꜱ ᴘɪᴇᴅᴀᴅ ᴀʟɢᴜɴᴀ. ᴘᴇʀᴏ, ᴍᴀᴛᴀʀᴛᴇ, ꜱᴇʀÍᴀ ᴘɪᴀᴅᴏꜱᴏ. ꜱᴇʀÁ ᴛɪᴇɴᴇ ᴛᴜ ᴄᴀꜱᴛɪɢᴏ, ᴘᴀɢᴀʀÁꜱ ᴘᴏʀ ᴛᴜꜱ ᴇʀʀᴏʀᴇꜱ, ꜱᴀᴍᴀᴇʟ, ᴘᴀɢᴀʀÁꜱ ᴄᴀʀᴏ. Se escuchó un suspiro profundo, derramando la última lágrima por su, antes, hermano. 𝕸𝖎𝖌𝖚𝖊𝖑:—​🇵​​🇪​​🇷​​🇴​ ​🇩​​🇪​ ​🇲​​🇮​ ​🇨​​🇺​​🇪​​🇳​​🇹​​🇦​ ​🇨​​🇴​​🇷​​🇷​​🇪​... ​🇻​​🇴​​🇾​ ​🇦​ ​🇩​​🇪​​🇸​​🇹​​🇷​​🇴​​🇿​​🇦​​🇷​ ​🇹​​🇺​ ​🇨​​🇺​​🇪​​🇷​​🇵​​🇴​, ​🇭​​🇦​​🇸​​🇹​​🇦​ ​🇶🇺​​🇪​ ​🇩​​🇪​​🇸​​🇪​​🇪​​🇸​ ​🇾​ ​🇷​​🇺​​🇪​​🇬​​🇺​​🇪​​🇸​ ​🇦​ ​🇦​​🇿​​🇷​​🇦​​🇪​​🇱​ ​🇵​​🇴​​🇷​ ​🇱​​🇦​ ​🇲​​🇺​​🇪​​🇷​​🇹​​🇪​ ​🇵​​🇦​​🇷​​🇦​ ​🇪​​🇸​​🇨​​🇦​​🇵​​🇦​​🇷​ ​🇩​​🇪​​🇱​ ​🇲​​🇦​​🇷​​🇹​​🇮​​🇷​​🇮​​🇴​. Y todo oscureció. Samael había sido encadenado, torturado, atravezado con lanzas, espadas, azotado y sus alas fueron arrancadas, pluma por pluma, trozo por trozo, hueso por hueso, todo antes de ser arrojado al abismo que se volvería su nuevo hogar. Como si aquel dolor que lo envolvía, no fuera suficiente, siguió la corrupción. Sus piernas rotas, se fueron deformando hasta que sus pies se volvieron pezuñas, la piel de su cabeza se rompió, dejando el nacimiento a aquella cornamenta que rasgaba cada centímetro a su paso. Sus dientes, perfectos y aperlados, terminaron volviéndose en fauces afiladas con las cuales llegó a arrancar trozos de su propia lengua y, sus manos, aquellas manos que tanto crearon en el cielo, ahora eran garras. Manos blancas que terminaron manchadas en su pecado, enegreciendo lentamente, subiendo por los brazos con el paso de los años, por cada nuevo pecador que caía, manchándolo con el pecado original, lentamente, tortuoso, hasta el día en que su cuerpo se viera completamente cubierto.
Me entristece
Me gusta
3
0 turnos 1 maullido 978 vistas
Patrocinados
Patrocinados