Historías cortitas de Halloween parte 1

Te has preguntado alguna vez por qué las calabazas son un elemento representativo en Halloween?

1836, en irlanda existió un hombre nombrado Stingy Jack (Jack el Tacaño). era un hombre borracho y tacaño pero muy astuto que, por intentar ser más listo que el Diablo pagó un alto precio.

Su mala fama era tal que despertó la curiosidad del mismísimo Diablo, quien decidió visitarle para comprobar personalmente si esa reputación era cierta: así, se presentó una noche ante Jack diciéndole que había venido a llevarse su alma. Este, a pesar de estar borracho como siempre, ideó un plan y le convenció para que le permitiera tomarse una última cerveza.

El Diablo, que no se fiaba, adoptó la apariencia de un hombre y lo acompañó a un bar, pero cuando llegó el momento de pagar Jack dijo que no llevaba dinero y pidió a su acompañante que se transformase en una moneda y, cuando el propietario no mirase, volviera a su forma real y se reuniera con él. El Diablo así lo hizo pero Jack, en vez de pagar con la moneda en la que se había transformado, se la metió en el bolsillo donde llevaba un crucifijo, impidiendo que el Diablo recuperase su forma. A cambio de liberarle, Jack pidió al Diablo que le perdonase la vida por otros diez años.

Humillado y deseoso de tomarse la revancha, el Diablo se presentó de nuevo ante Jack al cabo de una década. Pero de nuevo subestimó a aquel borracho y accedió a un último deseo: dejarle comer una manzana de un árbol cercano. Después de haber subido a las ramas, lanzó crucifijos a los pies del Diablo, inmovilizándolo. Este no tuvo más remedio que aceptar de nuevo las exigencias de Jack, quien esta vez le hizo prometer que nunca se llevaría su alma al Infierno. Harto de aquel hombre, accedió y nunca volvió a por él.

Sin embargo, lo que el Diablo no había logrado lo consiguió el alcohol, y llegó el día que Jack murió enfermo a causa de sus excesos. Debido a su comportamiento en vida, Dios le negó la entrada al Cielo: entonces fue él mismo quien se dirigió a las puertas del Infierno para pedir a su viejo némesis que le permitiera entrar… pero el Diablo le recordó su promesa de que nunca se llevaría su alma al Infierno: el precio por haberle engañado sería vagar eternamente sin ser admitido en ningún lugar. Como única posesión, el Diablo le entregó un farolillo fabricado con un nabo en cuyo interior ardía una brasa eterna, para que alumbrara su camino.

Conclusión de la historia:
1.- No deberían de ser calabazas sino nabos.
2.- Beber en exceso mata.
3.- Los trucos sucios siempre tienen un precio a pagar!.

Feliz noche a todos! ♥
Historías cortitas de Halloween parte 1 Te has preguntado alguna vez por qué las calabazas son un elemento representativo en Halloween? 1836, en irlanda existió un hombre nombrado Stingy Jack (Jack el Tacaño). era un hombre borracho y tacaño pero muy astuto que, por intentar ser más listo que el Diablo pagó un alto precio. Su mala fama era tal que despertó la curiosidad del mismísimo Diablo, quien decidió visitarle para comprobar personalmente si esa reputación era cierta: así, se presentó una noche ante Jack diciéndole que había venido a llevarse su alma. Este, a pesar de estar borracho como siempre, ideó un plan y le convenció para que le permitiera tomarse una última cerveza. El Diablo, que no se fiaba, adoptó la apariencia de un hombre y lo acompañó a un bar, pero cuando llegó el momento de pagar Jack dijo que no llevaba dinero y pidió a su acompañante que se transformase en una moneda y, cuando el propietario no mirase, volviera a su forma real y se reuniera con él. El Diablo así lo hizo pero Jack, en vez de pagar con la moneda en la que se había transformado, se la metió en el bolsillo donde llevaba un crucifijo, impidiendo que el Diablo recuperase su forma. A cambio de liberarle, Jack pidió al Diablo que le perdonase la vida por otros diez años. Humillado y deseoso de tomarse la revancha, el Diablo se presentó de nuevo ante Jack al cabo de una década. Pero de nuevo subestimó a aquel borracho y accedió a un último deseo: dejarle comer una manzana de un árbol cercano. Después de haber subido a las ramas, lanzó crucifijos a los pies del Diablo, inmovilizándolo. Este no tuvo más remedio que aceptar de nuevo las exigencias de Jack, quien esta vez le hizo prometer que nunca se llevaría su alma al Infierno. Harto de aquel hombre, accedió y nunca volvió a por él. Sin embargo, lo que el Diablo no había logrado lo consiguió el alcohol, y llegó el día que Jack murió enfermo a causa de sus excesos. Debido a su comportamiento en vida, Dios le negó la entrada al Cielo: entonces fue él mismo quien se dirigió a las puertas del Infierno para pedir a su viejo némesis que le permitiera entrar… pero el Diablo le recordó su promesa de que nunca se llevaría su alma al Infierno: el precio por haberle engañado sería vagar eternamente sin ser admitido en ningún lugar. Como única posesión, el Diablo le entregó un farolillo fabricado con un nabo en cuyo interior ardía una brasa eterna, para que alumbrara su camino. Conclusión de la historia: 1.- No deberían de ser calabazas sino nabos. 2.- Beber en exceso mata. 3.- Los trucos sucios siempre tienen un precio a pagar!. Feliz noche a todos! ♥
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