Ladrón de tus Ruinas de Cristal
Fondo Musical: https://youtu.be/egXoXBAd6fc?si=fJQAqC3CuVxJ9mGP

Nuclear sirviente, tus mejillas cicatrizan bajo la luminaria de un Sol de Medianoche, ¿por qué no pincelas ya tus labios con una sonrisa de sonrosadas ilusiones? Esas quiméricas, esas siemprevivas que penden en lo alto de tu estampa de príncipe durmiente.

Persiste lo lácteo de tus pupilas, de ellas emanan irisdecentes apariciones, empapados de rocío; soy un ladrón de tumbas de ecos de silvanos higos; terratenientes novas de precedentes turmalinas. Tus pulgares ya recorren las vías de estos docemesinos génesis.

¿Podré conocerlos y acariciar su garganta cortadas de tajo a tajo con mi crisálida de creciente gomaespuma? Soy. Soy. Soy una triada de husos horarios. Cantos rodados que desvían sus presencias ante tu altar, ante tu estampa, tu voz de famélica ternura.

Una nocturna libélula, choca con dos escondites entre la cavidad del árbol del ahorcado, tres amaneceres anuncian tu llegada. En tus denarios conjuro mi aura de auroras boreales encantadas.

Pero en el pero.

Sometes a tus mentiras ante los afligidos, riegas tu desquiciado temple en renuentes cofres, esos repletos de hebras de ciervos y siervos de arañas de brunas hazañas.

Porque en el por qué.

Dos más dos.
Cuatro más cuatro.
Seis por seis.
Ocho por ocho.
Nueve veces nueve.

Entreveo tu rostro en trece millones de futuros. No triunfas por más que repartes blasfemias, con tus experimentadas mentiras. Entreveo docenas de huevos negros puestos desde el centro de tu ser. Falsificas tus silentes apariciones, impropias en lo moribundo de tu desidia.

Tus lentes ya no te permiten vislumbrar el estrellado firmamento.

Tus lentes ya no te permiten vislumbrar el portentoso lirio, ya dibujado sobre tu piel desolada.

Tus lentes ya no te permiten vislumbrar el mirador de tus abismos; mis playas de bruna arena de tiempos inmolados.

Inmolados.

Montados.

Montados.

Inmolados.

Continúo, continuo en este espantapájaros de A-B-C-D-E-F.

Preciso, preciso de un hada de G-H-I-J-K-L.

M.
N.
O.
P.
Q.

Te vislumbro en R-S-T-U-V-W.

Ay, X.
Hay, Y.
Ahí, Z.

Noble enjuiciado en tu pasado. Brujería carente de riquezas. Dilema tras dilema tras dilema. Redención de lágrimas cristalinas. Errante de su suerte. Errante en el norte, sur, este y oeste. Sollozo de desnudados besos, rezos de platinada estampa sobre el alevoso crimen de sus eclipsados soles, lunas y estrellas de ejes cardinales.

En la tierra es un dromedario.
En el cielo una gaviota.
En el océano un ballena.
De vida azul.
Celeste en mis acérrimas celestes.
Óbito de canelas.
Principados de aluviones.
Alelís de fueros internos.
Temple de oro, incienso y mirra.
Ladrón de tus Ruinas de Cristal Fondo Musical: https://youtu.be/egXoXBAd6fc?si=fJQAqC3CuVxJ9mGP Nuclear sirviente, tus mejillas cicatrizan bajo la luminaria de un Sol de Medianoche, ¿por qué no pincelas ya tus labios con una sonrisa de sonrosadas ilusiones? Esas quiméricas, esas siemprevivas que penden en lo alto de tu estampa de príncipe durmiente. Persiste lo lácteo de tus pupilas, de ellas emanan irisdecentes apariciones, empapados de rocío; soy un ladrón de tumbas de ecos de silvanos higos; terratenientes novas de precedentes turmalinas. Tus pulgares ya recorren las vías de estos docemesinos génesis. ¿Podré conocerlos y acariciar su garganta cortadas de tajo a tajo con mi crisálida de creciente gomaespuma? Soy. Soy. Soy una triada de husos horarios. Cantos rodados que desvían sus presencias ante tu altar, ante tu estampa, tu voz de famélica ternura. Una nocturna libélula, choca con dos escondites entre la cavidad del árbol del ahorcado, tres amaneceres anuncian tu llegada. En tus denarios conjuro mi aura de auroras boreales encantadas. Pero en el pero. Sometes a tus mentiras ante los afligidos, riegas tu desquiciado temple en renuentes cofres, esos repletos de hebras de ciervos y siervos de arañas de brunas hazañas. Porque en el por qué. Dos más dos. Cuatro más cuatro. Seis por seis. Ocho por ocho. Nueve veces nueve. Entreveo tu rostro en trece millones de futuros. No triunfas por más que repartes blasfemias, con tus experimentadas mentiras. Entreveo docenas de huevos negros puestos desde el centro de tu ser. Falsificas tus silentes apariciones, impropias en lo moribundo de tu desidia. Tus lentes ya no te permiten vislumbrar el estrellado firmamento. Tus lentes ya no te permiten vislumbrar el portentoso lirio, ya dibujado sobre tu piel desolada. Tus lentes ya no te permiten vislumbrar el mirador de tus abismos; mis playas de bruna arena de tiempos inmolados. Inmolados. Montados. Montados. Inmolados. Continúo, continuo en este espantapájaros de A-B-C-D-E-F. Preciso, preciso de un hada de G-H-I-J-K-L. M. N. O. P. Q. Te vislumbro en R-S-T-U-V-W. Ay, X. Hay, Y. Ahí, Z. Noble enjuiciado en tu pasado. Brujería carente de riquezas. Dilema tras dilema tras dilema. Redención de lágrimas cristalinas. Errante de su suerte. Errante en el norte, sur, este y oeste. Sollozo de desnudados besos, rezos de platinada estampa sobre el alevoso crimen de sus eclipsados soles, lunas y estrellas de ejes cardinales. En la tierra es un dromedario. En el cielo una gaviota. En el océano un ballena. De vida azul. Celeste en mis acérrimas celestes. Óbito de canelas. Principados de aluviones. Alelís de fueros internos. Temple de oro, incienso y mirra.
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