𝑾𝒉𝒂𝒕 𝒄𝒂𝒏 𝑰 𝒅𝒐
La ciudad iba cobrando vida desde aquel balcón en el cual Rebekah se encontraba. Nueva Orleans siempre parecía estar con más color por las noches. La música resonaba por todas partes, y la gente, embriagada de la misma, caminaba alegre, feliz, sin saber de los monstruos que había por el resto del lugar.
¿Qué se suponía que tenía que hacer ahora? Se sentía perdida, vacía. Llevaba más tiempo queriendo ser humana, y no veía progreso en ello. Sí, había una cura y sí, tenía que esperar para tomarla. Pero parecía que siempre era ella la que tenía que quedarse sin las cosas que anhelaba.
Deseaba una familia. Una familia propia. No es que no quisiera a sus hermanos, pero ella también quería formar algo por su cuenta. Que fuese su propio legado.
-Una idea estúpida…
Murmuró en lo bajo, reclinándose todavía más en aquel balcón, como si mirando a los turistas que había pudiese ser más humana. O sentir una mayor conexión con ellos y su naturaleza.
¿Qué se suponía que tenía que hacer ahora? Se sentía perdida, vacía. Llevaba más tiempo queriendo ser humana, y no veía progreso en ello. Sí, había una cura y sí, tenía que esperar para tomarla. Pero parecía que siempre era ella la que tenía que quedarse sin las cosas que anhelaba.
Deseaba una familia. Una familia propia. No es que no quisiera a sus hermanos, pero ella también quería formar algo por su cuenta. Que fuese su propio legado.
-Una idea estúpida…
Murmuró en lo bajo, reclinándose todavía más en aquel balcón, como si mirando a los turistas que había pudiese ser más humana. O sentir una mayor conexión con ellos y su naturaleza.
La ciudad iba cobrando vida desde aquel balcón en el cual Rebekah se encontraba. Nueva Orleans siempre parecía estar con más color por las noches. La música resonaba por todas partes, y la gente, embriagada de la misma, caminaba alegre, feliz, sin saber de los monstruos que había por el resto del lugar.
¿Qué se suponía que tenía que hacer ahora? Se sentía perdida, vacía. Llevaba más tiempo queriendo ser humana, y no veía progreso en ello. Sí, había una cura y sí, tenía que esperar para tomarla. Pero parecía que siempre era ella la que tenía que quedarse sin las cosas que anhelaba.
Deseaba una familia. Una familia propia. No es que no quisiera a sus hermanos, pero ella también quería formar algo por su cuenta. Que fuese su propio legado.
-Una idea estúpida…
Murmuró en lo bajo, reclinándose todavía más en aquel balcón, como si mirando a los turistas que había pudiese ser más humana. O sentir una mayor conexión con ellos y su naturaleza.
Tipo
Individual
Líneas
10
Estado
Disponible
0
turnos
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maullidos
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