𝑪𝒐𝒏𝒗𝒊𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒍𝒂 𝒇𝒓𝒖𝒔𝒕𝒓𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒆𝒏 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒏𝒔𝒊𝒐́𝒏
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Son las tres de la mañana. La ciudad duerme bajo un cielo nublado mientras las luces pálidas de las farolas proyectan sombras alargadas en el exterior del Residencial Eclipse Tower, un edificio de lujo donde las reglas son estrictas y la seguridad impenetrable... al menos para la mayoría.
Dentro del gimnasio oscuro y silencioso, Player 55 se mueve como una sombra apenas visible bajo la tenue luz de emergencia que parpadea en una esquina. Con la capucha de su sudadera negra puesta y su máscara de neón brillando en un suave tono azul, camina hacia el saco de boxeo que cuelga inmóvil en el centro de la sala.
El gimnasio está cerrado desde las diez, pero, para Fifi, un sistema de seguridad nunca es más que una broma. Hackear la cerradura y las cámaras fue un simple parpadeo de luz en sus ojos de neón y el saco de box es suyo.
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Son las tres de la mañana. La ciudad duerme bajo un cielo nublado mientras las luces pálidas de las farolas proyectan sombras alargadas en el exterior del Residencial Eclipse Tower, un edificio de lujo donde las reglas son estrictas y la seguridad impenetrable... al menos para la mayoría.
Dentro del gimnasio oscuro y silencioso, Player 55 se mueve como una sombra apenas visible bajo la tenue luz de emergencia que parpadea en una esquina. Con la capucha de su sudadera negra puesta y su máscara de neón brillando en un suave tono azul, camina hacia el saco de boxeo que cuelga inmóvil en el centro de la sala.
El gimnasio está cerrado desde las diez, pero, para Fifi, un sistema de seguridad nunca es más que una broma. Hackear la cerradura y las cámaras fue un simple parpadeo de luz en sus ojos de neón y el saco de box es suyo.
𝑪𝒐𝒏𝒗𝒊𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒍𝒂 𝒇𝒓𝒖𝒔𝒕𝒓𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒆𝒏 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒏𝒔𝒊𝒐́𝒏 🥊 💥
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Son las tres de la mañana. La ciudad duerme bajo un cielo nublado mientras las luces pálidas de las farolas proyectan sombras alargadas en el exterior del Residencial Eclipse Tower, un edificio de lujo donde las reglas son estrictas y la seguridad impenetrable... al menos para la mayoría.
Dentro del gimnasio oscuro y silencioso, Player 55 se mueve como una sombra apenas visible bajo la tenue luz de emergencia que parpadea en una esquina. Con la capucha de su sudadera negra puesta y su máscara de neón brillando en un suave tono azul, camina hacia el saco de boxeo que cuelga inmóvil en el centro de la sala.
El gimnasio está cerrado desde las diez, pero, para Fifi, un sistema de seguridad nunca es más que una broma. Hackear la cerradura y las cámaras fue un simple parpadeo de luz en sus ojos de neón y el saco de box es suyo.