"Acércate, no te ciegues más por el destino del hombre,
yo encuentro bajo las ramas del amor y el odio,
en todas las pobres y tontas cosas que un día viven,
eterna belleza vagando en su errante vía."
-----------William B. Yeats

En un pequeño y tradicional Café, solo esta él, una taza humeante, una libreta y su bolígrafo.
Escribe, con tranquilidad, y la máscara protege todo su rostro. No hay preguntas, cosas mas raras ha visto la gente que un enmascarado elegante. Lo agradece, no busca problemas, no busca llamar la atención, ha tomado la forma menos disruptiva de todas, al menos, mas acorde al sitio, que un caballo blanco.
La ciudad le encanta, las calles, la rutina de los ciudadanos, los sonidos de la urbanidad, la vida misma fluyendo.
"Acércate, no te ciegues más por el destino del hombre, yo encuentro bajo las ramas del amor y el odio, en todas las pobres y tontas cosas que un día viven, eterna belleza vagando en su errante vía." -----------William B. Yeats En un pequeño y tradicional Café, solo esta él, una taza humeante, una libreta y su bolígrafo. Escribe, con tranquilidad, y la máscara protege todo su rostro. No hay preguntas, cosas mas raras ha visto la gente que un enmascarado elegante. Lo agradece, no busca problemas, no busca llamar la atención, ha tomado la forma menos disruptiva de todas, al menos, mas acorde al sitio, que un caballo blanco. La ciudad le encanta, las calles, la rutina de los ciudadanos, los sonidos de la urbanidad, la vida misma fluyendo.
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