Habían pasado demasiadas cosas en la vida de Adriana y tenía vastante días sin ver a su hermana, estaba ansiosa por contarle todo, de alguna manera Adrián ya lo sabía pues siempre se enteraba de lo que su gemela hacia.
La princesa Adrina empujó suavemente la puerta del cuarto de su hermana. Al entrar, se encontró con una aire desolado. El cuarto, normalmente impecable y elegante, estaba en completo desorden. Los muebles estaban vueltos, las cortinas desgarradas y el suelo cubierto de papeles y objetos dispersos.
Sintió un escalofrío recorrer su espalda. ¿Qué había pasado aquí? Se acercó a la mesa de la reina, donde siempre había un orden perfecto, y ahora estaba cubierta de papeles y tinta derramada.
Al revisar los papeles, encontró una carta escrita en la letra característica de su hermana. Con manos temblorosas, comenzó a leer:
"Queridos hermanos,
Me he ido. No puedo seguir llevando esta carga. El trono me ha consumido, me ha quitado la libertad y la felicidad. Renuncio a mi título y a mi derecho al trono. Las atrocidades que he vivido trallendo la paz de nuevo a nuestro reino, la inminente muerte y resurrección de mi cuerpo por la maldad de mi enemigo. Las cosas han cambiado mucho dentro de mi.
Lamento dejarlos solos, al ser mi única familia me duele irme de su lado, pero no puedo más.
Adrián, se que ahora te dejo todo el peso del reino sobre los hombros y que es lo que siempre temiste. Pero tengo fe en ti, eres un lider nato, cuida de Adriana, tal vez nunca te lo digo por estoy orgullosa de ti, si se que siempre peleabamos pero se que en fondo es por lo mucho que nos parecemos.
Adrián... No busques por mí, hermana. Estoy segura de que encontraré la paz en algún lugar lejano. Siempre pensaré en ti, cuando ve a los animales o las flores rojas que tanto te gustan. Tenerte a mi lado y descubrir que tenía una hermana fue mi sueño hecho realidad, no dejes solo a Adrián te necesitara más que nunca.
Cuidad a nuestro pueblo. siempre han sido ustedes lo que debían de liderar yo solo libere nuestro reino, es momento de que ustedes nos guíen.
Adiós, con amor
Alia"
Se sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago. Su hermana, la reina, había abandonado el trono y se había ido. ¿Por qué? ¿Qué la había llevado a tomar esta decisión?
Se dejó caer en la silla, sintiendo el peso de la responsabilidad que ahora recaía sobre los hombros de su hermano. El futuro del reino estaba en sus manos.
Estaba en completo shock, no sabía que iba a pasar ahora.
La princesa Adrina empujó suavemente la puerta del cuarto de su hermana. Al entrar, se encontró con una aire desolado. El cuarto, normalmente impecable y elegante, estaba en completo desorden. Los muebles estaban vueltos, las cortinas desgarradas y el suelo cubierto de papeles y objetos dispersos.
Sintió un escalofrío recorrer su espalda. ¿Qué había pasado aquí? Se acercó a la mesa de la reina, donde siempre había un orden perfecto, y ahora estaba cubierta de papeles y tinta derramada.
Al revisar los papeles, encontró una carta escrita en la letra característica de su hermana. Con manos temblorosas, comenzó a leer:
"Queridos hermanos,
Me he ido. No puedo seguir llevando esta carga. El trono me ha consumido, me ha quitado la libertad y la felicidad. Renuncio a mi título y a mi derecho al trono. Las atrocidades que he vivido trallendo la paz de nuevo a nuestro reino, la inminente muerte y resurrección de mi cuerpo por la maldad de mi enemigo. Las cosas han cambiado mucho dentro de mi.
Lamento dejarlos solos, al ser mi única familia me duele irme de su lado, pero no puedo más.
Adrián, se que ahora te dejo todo el peso del reino sobre los hombros y que es lo que siempre temiste. Pero tengo fe en ti, eres un lider nato, cuida de Adriana, tal vez nunca te lo digo por estoy orgullosa de ti, si se que siempre peleabamos pero se que en fondo es por lo mucho que nos parecemos.
Adrián... No busques por mí, hermana. Estoy segura de que encontraré la paz en algún lugar lejano. Siempre pensaré en ti, cuando ve a los animales o las flores rojas que tanto te gustan. Tenerte a mi lado y descubrir que tenía una hermana fue mi sueño hecho realidad, no dejes solo a Adrián te necesitara más que nunca.
Cuidad a nuestro pueblo. siempre han sido ustedes lo que debían de liderar yo solo libere nuestro reino, es momento de que ustedes nos guíen.
Adiós, con amor
Alia"
Se sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago. Su hermana, la reina, había abandonado el trono y se había ido. ¿Por qué? ¿Qué la había llevado a tomar esta decisión?
Se dejó caer en la silla, sintiendo el peso de la responsabilidad que ahora recaía sobre los hombros de su hermano. El futuro del reino estaba en sus manos.
Estaba en completo shock, no sabía que iba a pasar ahora.
Habían pasado demasiadas cosas en la vida de Adriana y tenía vastante días sin ver a su hermana, estaba ansiosa por contarle todo, de alguna manera Adrián ya lo sabía pues siempre se enteraba de lo que su gemela hacia.
La princesa Adrina empujó suavemente la puerta del cuarto de su hermana. Al entrar, se encontró con una aire desolado. El cuarto, normalmente impecable y elegante, estaba en completo desorden. Los muebles estaban vueltos, las cortinas desgarradas y el suelo cubierto de papeles y objetos dispersos.
Sintió un escalofrío recorrer su espalda. ¿Qué había pasado aquí? Se acercó a la mesa de la reina, donde siempre había un orden perfecto, y ahora estaba cubierta de papeles y tinta derramada.
Al revisar los papeles, encontró una carta escrita en la letra característica de su hermana. Con manos temblorosas, comenzó a leer:
"Queridos hermanos,
Me he ido. No puedo seguir llevando esta carga. El trono me ha consumido, me ha quitado la libertad y la felicidad. Renuncio a mi título y a mi derecho al trono. Las atrocidades que he vivido trallendo la paz de nuevo a nuestro reino, la inminente muerte y resurrección de mi cuerpo por la maldad de mi enemigo. Las cosas han cambiado mucho dentro de mi.
Lamento dejarlos solos, al ser mi única familia me duele irme de su lado, pero no puedo más.
Adrián, se que ahora te dejo todo el peso del reino sobre los hombros y que es lo que siempre temiste. Pero tengo fe en ti, eres un lider nato, cuida de Adriana, tal vez nunca te lo digo por estoy orgullosa de ti, si se que siempre peleabamos pero se que en fondo es por lo mucho que nos parecemos.
Adrián... No busques por mí, hermana. Estoy segura de que encontraré la paz en algún lugar lejano. Siempre pensaré en ti, cuando ve a los animales o las flores rojas que tanto te gustan. Tenerte a mi lado y descubrir que tenía una hermana fue mi sueño hecho realidad, no dejes solo a Adrián te necesitara más que nunca.
Cuidad a nuestro pueblo. siempre han sido ustedes lo que debían de liderar yo solo libere nuestro reino, es momento de que ustedes nos guíen.
Adiós, con amor
Alia"
Se sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago. Su hermana, la reina, había abandonado el trono y se había ido. ¿Por qué? ¿Qué la había llevado a tomar esta decisión?
Se dejó caer en la silla, sintiendo el peso de la responsabilidad que ahora recaía sobre los hombros de su hermano. El futuro del reino estaba en sus manos.
Estaba en completo shock, no sabía que iba a pasar ahora.