Se había corrido la voz por la ciudad de que algunas personas habían visto a un lobo solitario en las noches, vagabundeando entre las carreteras posiblemente en busca de algo que comer.
Claro que todos esos rumores no eran más que eso, rumores. ¿Cómo iba a haber un lobo en plena ciudad? Era una locura. Por ello se le restó importancia y pensaron que quizá se trataría de algún perro abandonado y que al ser de noche y en zonas oscuras, la gente imaginó que se trataba de un lobo.
Que poco sabían los humanos de cuantas criaturas sobrenaturales caminaban entre ellos a diario y de como, en muchos casos, también se habían visto forzados a vivir vidas humanas, alejados de sus bosques y de sus familias por la caza indiscriminada, la deforestación o el tráfico ilegal.
El bosque... Shinobu soñaba con regresar algún día y tal vez encontrar más de su especie.
Claro que todos esos rumores no eran más que eso, rumores. ¿Cómo iba a haber un lobo en plena ciudad? Era una locura. Por ello se le restó importancia y pensaron que quizá se trataría de algún perro abandonado y que al ser de noche y en zonas oscuras, la gente imaginó que se trataba de un lobo.
Que poco sabían los humanos de cuantas criaturas sobrenaturales caminaban entre ellos a diario y de como, en muchos casos, también se habían visto forzados a vivir vidas humanas, alejados de sus bosques y de sus familias por la caza indiscriminada, la deforestación o el tráfico ilegal.
El bosque... Shinobu soñaba con regresar algún día y tal vez encontrar más de su especie.
Se había corrido la voz por la ciudad de que algunas personas habían visto a un lobo solitario en las noches, vagabundeando entre las carreteras posiblemente en busca de algo que comer.
Claro que todos esos rumores no eran más que eso, rumores. ¿Cómo iba a haber un lobo en plena ciudad? Era una locura. Por ello se le restó importancia y pensaron que quizá se trataría de algún perro abandonado y que al ser de noche y en zonas oscuras, la gente imaginó que se trataba de un lobo.
Que poco sabían los humanos de cuantas criaturas sobrenaturales caminaban entre ellos a diario y de como, en muchos casos, también se habían visto forzados a vivir vidas humanas, alejados de sus bosques y de sus familias por la caza indiscriminada, la deforestación o el tráfico ilegal.
El bosque... Shinobu soñaba con regresar algún día y tal vez encontrar más de su especie.