Viendo que ya lo quieren matar y él sólo quiere descansar, va a esconderse en su palacio.
Sabe que, si llegaran a buscarlo, puede engañar al olfato pues todo huele prácticamente a él, así que se camufla mejor.

Bostezando, se estira y empieza a amasar con las patitas antes de acurrucarse para reposar.