—Al final se me ha ido todo el día buscando a la señorita. Un día va a conseguir que me empiecen las canas...

Suspiró, cansado, en lo que intentaba rehacerse la habitual trenza que se había vuelto un montón de nudos. Su gato negro lo miraba, curioso.

—A esta hora, casi no queda nada abierto para visitar, y yo que quería disfrutar el día libre...

El gato maulló, empatizando con su dueño, aunque volvió a dormirse en la rama del árbol donde estaba.
—Al final se me ha ido todo el día buscando a la señorita. Un día va a conseguir que me empiecen las canas... Suspiró, cansado, en lo que intentaba rehacerse la habitual trenza que se había vuelto un montón de nudos. Su gato negro lo miraba, curioso. —A esta hora, casi no queda nada abierto para visitar, y yo que quería disfrutar el día libre... El gato maulló, empatizando con su dueño, aunque volvió a dormirse en la rama del árbol donde estaba.
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