Russo lo entendió, entendió que no importa con cuanta fuerza forcejee o en cuántas excusas pensara; Sus atacantes cumplirían su promesa. Se resignó, bajó los brazos y dejó que su cuerpo quedase colgando. Su último jadeo se llevó el poco oxígeno que quedaba, junto a él se desvanecieron sus últimos pensamientos antes de que el mundo desaparezca ante sus ojos; "Moriré, pero habrá sido por mi propio actuar."


. . .

Hansel Russo sueña todas las noches; Sueña con un enorme jardín que está y no está en el mundo, con incontables rosas que se extienden hasta fusionarse con el borde negro de un cielo a oscuras. Russo lo odia, odia ese sueño que es acompañado por el inquietante aleteo de una nube gigante de mariposas blancas. Russo teme ese sueño inquietante donde estatuas sin ojos lo miran dondequiera que vaya. Russo llora, ya que no importa cuántas esculturas troceadas esquive o cuán lejos arrastre esa cadena negra que se enrosca dolorosamente en su cuello; Nunca logra escapar de su vista.


. . .

Russo escucha cientos de voces, las cuales entiende a pesar de cuán desordenadas y diversas sean. Escuchó a una mujer recetando pastillas, a un hombre dando las gracias e incluso a una niña deseándole feliz cumpleaños a alguien. Pero no puede ver, una cosa húmeda le impide abrir sus adoloridos párpados. Un olor familiar llega a su nariz, uno que reconoció al instante; Desinfectante, mismo que estaba mezclado con otro producto de limpieza. Él sentía frío, la temperatura era mas baja en comparación a la de su departamento.

—... Hospital. —Murmuró el adormecido Russo, quien luego suspiró con desgano. Su cabeza procesó poco a poco la nueva información hasta dar con una posible teoría de su situación actual: Aquello que le impide ver debía ser una venda, su humedad podría ser una crema dérmica, y el frío, junto a los aromas, le recuerdan fuertemente a un hospital.

Estaba hospitalizado, esa era la verdad y se dió cuenta de ello. Otro suspiro escapó de sus labios, estaba un poco aliviado a decir verdad.

—Señor Russo, veo que ya despertó. — Una voz lo devuelve a la realidad, una que sería desconocida hasta que pudiera volver a ver. —¿Cómo se siente? —

Así empezó una ronda de preguntas y respuestas, dónde el desconocido le pedía al hospitalizado que fuera menos vago para responder.

Hansel aprovechó para saber cuánto tiempo estuvo internado, dándose con que estuvo apenas un día allí. También pudo percatarse de que ahora tendría nuevas marcas, ya que sentía la supuesta crema dérmica justo al lado de su boca.










//Me disculpo ante cualquier error de ortografía-//
Russo lo entendió, entendió que no importa con cuanta fuerza forcejee o en cuántas excusas pensara; Sus atacantes cumplirían su promesa. Se resignó, bajó los brazos y dejó que su cuerpo quedase colgando. Su último jadeo se llevó el poco oxígeno que quedaba, junto a él se desvanecieron sus últimos pensamientos antes de que el mundo desaparezca ante sus ojos; "Moriré, pero habrá sido por mi propio actuar." . . . Hansel Russo sueña todas las noches; Sueña con un enorme jardín que está y no está en el mundo, con incontables rosas que se extienden hasta fusionarse con el borde negro de un cielo a oscuras. Russo lo odia, odia ese sueño que es acompañado por el inquietante aleteo de una nube gigante de mariposas blancas. Russo teme ese sueño inquietante donde estatuas sin ojos lo miran dondequiera que vaya. Russo llora, ya que no importa cuántas esculturas troceadas esquive o cuán lejos arrastre esa cadena negra que se enrosca dolorosamente en su cuello; Nunca logra escapar de su vista. . . . Russo escucha cientos de voces, las cuales entiende a pesar de cuán desordenadas y diversas sean. Escuchó a una mujer recetando pastillas, a un hombre dando las gracias e incluso a una niña deseándole feliz cumpleaños a alguien. Pero no puede ver, una cosa húmeda le impide abrir sus adoloridos párpados. Un olor familiar llega a su nariz, uno que reconoció al instante; Desinfectante, mismo que estaba mezclado con otro producto de limpieza. Él sentía frío, la temperatura era mas baja en comparación a la de su departamento. —... Hospital. —Murmuró el adormecido Russo, quien luego suspiró con desgano. Su cabeza procesó poco a poco la nueva información hasta dar con una posible teoría de su situación actual: Aquello que le impide ver debía ser una venda, su humedad podría ser una crema dérmica, y el frío, junto a los aromas, le recuerdan fuertemente a un hospital. Estaba hospitalizado, esa era la verdad y se dió cuenta de ello. Otro suspiro escapó de sus labios, estaba un poco aliviado a decir verdad. —Señor Russo, veo que ya despertó. — Una voz lo devuelve a la realidad, una que sería desconocida hasta que pudiera volver a ver. —¿Cómo se siente? — Así empezó una ronda de preguntas y respuestas, dónde el desconocido le pedía al hospitalizado que fuera menos vago para responder. Hansel aprovechó para saber cuánto tiempo estuvo internado, dándose con que estuvo apenas un día allí. También pudo percatarse de que ahora tendría nuevas marcas, ya que sentía la supuesta crema dérmica justo al lado de su boca. //Me disculpo ante cualquier error de ortografía-//
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