Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
Esto se ha publicado como Out Of Character.
Tenlo en cuenta al responder.
- En los pasillos del santuario, lo invadía la total oscuridad de la noche. Solo un lugar en concreto se podía escuchar la dulce voz de una mujer cantar una especie de nana antigua. Parecía serena, junto con el sonido del agua desbordarse y el vapor que impregnaba detrás de aquella puerta.

Cuando el intruso entra, vio aquella silueta de una mujer dentro de una bañera mientras tomaba un tranquilo baño. La joven de cabellos rosados giró para observar sobre su hombro y mostró una sutil sonrisa. Ella alzó un libro que sostenía en su mano para cubrir su boca y dejó escapar aquella voz distorsionada.

-Oh querido.... debes llamar antes de entrar-, decía con una risa inquietante. Desde el otro lado de la bañera se manifestó la cabeza de un gran zorro con un gruñido territorial. Antes de que el intruso pudiera hacer algo, aquella puerta se cerró de golpe y desde ella se escuchaban los aullidos de aquel hombre.

El intruso se sintió atrapado en la oscuridad, sin poder ver nada más que las sombras danzar a su alrededor. Los aullidos se intensificaron y el miedo se apoderó de su ser. Intentó abrir la puerta desesperadamente, pero parecía estar sellada con un poder oscuro e impenetrable.

Entonces, de repente, todo el santuario comenzó a temblar. El suelo se sacudía bajo sus pies y las paredes crujían amenazadoramente. El intruso sabía que algo terrible estaba por suceder, algo que cambiaría su vida para siempre.

Con el corazón latiendo desbocado, logró abrir la puerta y escapar del santuario antes de que colapsara por completo. Corrió sin mirar atrás, dejando atrás las risas inquietantes y los aullidos aterradores que aún resonaban en su mente.

Desde entonces, nunca volvió a acercarse al santuario en los oscuros pasillos donde la oscuridad y el miedo reinaban, sabiendo que había algo siniestro y maligno acechando en su interior.-
🌸- En los pasillos del santuario, lo invadía la total oscuridad de la noche. Solo un lugar en concreto se podía escuchar la dulce voz de una mujer cantar una especie de nana antigua. Parecía serena, junto con el sonido del agua desbordarse y el vapor que impregnaba detrás de aquella puerta. Cuando el intruso entra, vio aquella silueta de una mujer dentro de una bañera mientras tomaba un tranquilo baño. La joven de cabellos rosados giró para observar sobre su hombro y mostró una sutil sonrisa. Ella alzó un libro que sostenía en su mano para cubrir su boca y dejó escapar aquella voz distorsionada. -Oh querido.... debes llamar antes de entrar-, decía con una risa inquietante. Desde el otro lado de la bañera se manifestó la cabeza de un gran zorro con un gruñido territorial. Antes de que el intruso pudiera hacer algo, aquella puerta se cerró de golpe y desde ella se escuchaban los aullidos de aquel hombre. El intruso se sintió atrapado en la oscuridad, sin poder ver nada más que las sombras danzar a su alrededor. Los aullidos se intensificaron y el miedo se apoderó de su ser. Intentó abrir la puerta desesperadamente, pero parecía estar sellada con un poder oscuro e impenetrable. Entonces, de repente, todo el santuario comenzó a temblar. El suelo se sacudía bajo sus pies y las paredes crujían amenazadoramente. El intruso sabía que algo terrible estaba por suceder, algo que cambiaría su vida para siempre. Con el corazón latiendo desbocado, logró abrir la puerta y escapar del santuario antes de que colapsara por completo. Corrió sin mirar atrás, dejando atrás las risas inquietantes y los aullidos aterradores que aún resonaban en su mente. Desde entonces, nunca volvió a acercarse al santuario en los oscuros pasillos donde la oscuridad y el miedo reinaban, sabiendo que había algo siniestro y maligno acechando en su interior.-
Me encocora
Me gusta
9
0 comentarios 0 compartidos 840 vistas
Patrocinados
Patrocinados