— Ojalá pudiera abrazarte una vez más — susurró Bipper, mirando esa vieja foto que su madre había tomado muchos años atrás.

El dolor en sus ojos era inconfundible. Recordaba el momento en que los perdió, y con la voz un poco quebrada, comenzó a narrar.

— Era un viernes, acababa de cumplir 6 años hace unos días. Me desperté en plena madrugada —.

La tristeza lo envolvía mientras contaba su historia. Se detuvo un momento, como si reviviera aquel instante.

— Desperté porque tenía sed, pero entonces noté algo... la casa estaba en llamas —

Cerró los ojos por un segundo, respirando hondo.

— No supe qué hacer. Lo primero que pensé fue en agarrar un vaso de agua y echarlo al fuego, pero eso solo empeoró las cosas. El fuego creció más —

Bipper dejó caer un suspiro profundo, el dolor aún latente.

— Como pude, llegué hasta la habitación de mi hermanita, que tenía solo dos años. La cargué y salimos corriendo de la casa —

Hizo una pausa, la voz apenas un susurro.

— Poco después, la casa explotó. No sabía cómo, pero... se llevó a mis padres. Desde entonces, solo quedamos mi hermanita y yo —

Finalmente, volvió al presente.

— Lo daría todo por volver a abrazarlos una vez más —

//lo censuro porque ya no me dio cosa con los niños