Lexie había sido invitada a una de las fiestas de su amiga, ya quedaba poco para la vuelta de las clases así que tenía que disfrutarlo a lo grande. A pesar de ser hija de alguien que fue tan sobreprotegida de alguna forma se le había quedado también aquella mala costumbre por lo que sí llegaba tarde iba a recibir una charla seria.
Aún así, ella estaba disfrutando hasta las tantas de aquella noche, bebiendo y bailando durante un buen rato y pasados unos 30 minutos se comenzaron a aburrir, uno de los chavales del grupo de amigos le dijeron de ir a unas carreras de motos ilegales. ¿Quién en su sano juicio iría? En ese momento a Lexie no parecía importarle así que asintió y fueron de camino a aquel lugar siendo un descampado con varias personas.

Lexie estaba algo bebida de más así que no lograba distinguir a nadie hasta chocarse con alguien alejándose con un resoplido.

— Por dios, observa por donde miras.