(La ultima por hoy)

El estandarte de su familia colgaba de nuevo en el frontispicio del castillo de Dariam, de todos los nobles que habían acudido, el solo había hecho llamar a uno explícitamente Igor de la casa Zelen. Cuando este entro todos los presentes guardaron silencio el hombre era bajito y regordete de aspecto afable, el pelo antaño azabache comenzaba escasear, había tenido una buena vida y ahora su frente perlaba de sudor, sus ojos pequeños y marrones miraban nerviosos a todos los presentes, pero sobre todo a Alastor.

—Ma… Majestad que bueno tenerlo en el trono de nuevo…Nos a librado de Valisa y todos debemos de agradecérselo…permítame que mi casa y yo juremos lealtad a tan noble y justo soberano.

—Igor viejo amigo…—Alastor se levanto del trono sonriendo. —ministro mayor del reino y un buen amigo de mis padres, ¿fuiste el padrino de bodas? Y estuviste en la presentación de mis hermanas, asi como de la mía propia. ¿Cuánto ha pasado?

—28 años desde vuestro alumbramiento alteza. —El hombre se relajo bastante al ver que Alastor sonreía. — Ha pasado tiempo desde entonces mi señor.

—Si la verdad ha pasado tiempo. —Le palmeo el hombro. —Espero que puedas ponerte de nuevo en tu cargo en los próximos días…

El hombre asintió satisfecho y Alastor se dio la vuelta para dirigirse al trono, pero se detuvo y alzo un dedo.

—Igor, dime una cosa…cuando Valisa ataco aquella noche ¿Dónde estabas? —Se dio la vuelta mirándolo. —Dado que tienes buena memoria no te costara recordarlo supongo.

—¿Dis..culpe alteza?

—Si, la noche que Valisa nos ataco segando la vida de toda mi familia... ¿Tu dónde estabas?

Igor jugaba con el anillo de su dedo anular, obviamente incomodo y nervioso, gesto que no pasó desapercibido para Alastor.

—Pues si no recuerdo mal, la noche del suceso me dirigía a mis tierras majestad. ¿A qué viene la pregunta?

—Curiosidad… a tu tierras ¿Eso fue antes o después de retirar a los guardias del castillo y dejar la entrada libre a Valisa o presenciaste el asesinato de mi familia?

—¡Majestad! ¿Cómo podéis decir eso? Era un gran amigo de vuestro padre…

—Si pero él os arrebato a mi madre ¿no es cierto? Lo que pasa que jamás pudisteis superarlo y optasteis por que alguien mas se manchara las manos, debió de ser un fiasco que os prometieran dejar a mi madre viva y que ella prefiriese la muerte a estar con vos.

El tono de Alastor era alto en aquel silencio sepulcral, nadie oso susurrar siquiera. Igor estaba más nervioso.

—¡Tonterías alteza! Jamás seria capaz de algo asi. ¡Jamás!

Alastor sonrió.

—Igor, Igor, Igor…si salieras mas de tu palacete y pasaras por la corte me hubieras visto por aquí siendo el consejero de Valisa, quizás podrías haberla avisado y seguir siendo un traidor, veras a la reina con un par de copas de vino especiado de mas y entre las sábanas, su lengua se aflojaba mas de la cuenta… No sabes la de noches que he oído, con todo lujo de detalles, el cómo traicionaste a mi familia, el como te prometió a mi madre y tu asco al escucharla preferir morir junto al hombre que amo que a seguir viva a tu lado.

El noble ya no podía contener el pánico de haber sido descubierto.

—¡Alastor piedad! Fui débil, me arrepentí nada mas hacerlo, debes creerme, estuve aquí cuando distes tus primeros pasos, en tus primeras palabras, me confundí…

—¡TE…CONFUNDISTE! Traicionaste a tu mejor amigo, un casi hermano ¿y te confundiste? Pides piedad, ¿la misma que pediste para mis hermanas? ¿O incluso para mí?

Alastor extendió la mano dejando al hombre suspendido en el aire rígido como un tablón, la cara desencajada en un rictus de dolor y terror. La ira del monarca aumentaba sentía el pulso en los oídos y cerro un poco los dedos, solo la primera falange como si su mano fuera una garra.
El cuerpo de Igor estaba rojo, sofocándose sentía que la sangre literalmente ardía en sus venas las cuales se marcaban en su cuerpo, el dolor era insoportable, consciente del dolor que arrasaba su cuerpo y no cesaba.
Los ojos esmeralda de Alastor se había oscurecido un poco, abrió la mano haciendo que Igor callera al suelo retorciéndose y gimoteando de dolor.

—Igor Zelen te despojo de tus títulos y tus tierras. Guardias prendedlo, lleváoslo a la celda mas oscura que tengamos en las mazmorras, después id a sus tierras y traed a su familia, mientras decido sus destinos.

Dos guardias uno de ellos un orco lo cargo al hombro ya que el hombre no se tenia en pie. Cuando salieron del salón de trono Alastor se volvió a su sitio y dio una palmada.

—Siguiente punto del día…necesitare un nuevo ministro.
(La ultima por hoy) El estandarte de su familia colgaba de nuevo en el frontispicio del castillo de Dariam, de todos los nobles que habían acudido, el solo había hecho llamar a uno explícitamente Igor de la casa Zelen. Cuando este entro todos los presentes guardaron silencio el hombre era bajito y regordete de aspecto afable, el pelo antaño azabache comenzaba escasear, había tenido una buena vida y ahora su frente perlaba de sudor, sus ojos pequeños y marrones miraban nerviosos a todos los presentes, pero sobre todo a Alastor. —Ma… Majestad que bueno tenerlo en el trono de nuevo…Nos a librado de Valisa y todos debemos de agradecérselo…permítame que mi casa y yo juremos lealtad a tan noble y justo soberano. —Igor viejo amigo…—Alastor se levanto del trono sonriendo. —ministro mayor del reino y un buen amigo de mis padres, ¿fuiste el padrino de bodas? Y estuviste en la presentación de mis hermanas, asi como de la mía propia. ¿Cuánto ha pasado? —28 años desde vuestro alumbramiento alteza. —El hombre se relajo bastante al ver que Alastor sonreía. — Ha pasado tiempo desde entonces mi señor. —Si la verdad ha pasado tiempo. —Le palmeo el hombro. —Espero que puedas ponerte de nuevo en tu cargo en los próximos días… El hombre asintió satisfecho y Alastor se dio la vuelta para dirigirse al trono, pero se detuvo y alzo un dedo. —Igor, dime una cosa…cuando Valisa ataco aquella noche ¿Dónde estabas? —Se dio la vuelta mirándolo. —Dado que tienes buena memoria no te costara recordarlo supongo. —¿Dis..culpe alteza? —Si, la noche que Valisa nos ataco segando la vida de toda mi familia... ¿Tu dónde estabas? Igor jugaba con el anillo de su dedo anular, obviamente incomodo y nervioso, gesto que no pasó desapercibido para Alastor. —Pues si no recuerdo mal, la noche del suceso me dirigía a mis tierras majestad. ¿A qué viene la pregunta? —Curiosidad… a tu tierras ¿Eso fue antes o después de retirar a los guardias del castillo y dejar la entrada libre a Valisa o presenciaste el asesinato de mi familia? —¡Majestad! ¿Cómo podéis decir eso? Era un gran amigo de vuestro padre… —Si pero él os arrebato a mi madre ¿no es cierto? Lo que pasa que jamás pudisteis superarlo y optasteis por que alguien mas se manchara las manos, debió de ser un fiasco que os prometieran dejar a mi madre viva y que ella prefiriese la muerte a estar con vos. El tono de Alastor era alto en aquel silencio sepulcral, nadie oso susurrar siquiera. Igor estaba más nervioso. —¡Tonterías alteza! Jamás seria capaz de algo asi. ¡Jamás! Alastor sonrió. —Igor, Igor, Igor…si salieras mas de tu palacete y pasaras por la corte me hubieras visto por aquí siendo el consejero de Valisa, quizás podrías haberla avisado y seguir siendo un traidor, veras a la reina con un par de copas de vino especiado de mas y entre las sábanas, su lengua se aflojaba mas de la cuenta… No sabes la de noches que he oído, con todo lujo de detalles, el cómo traicionaste a mi familia, el como te prometió a mi madre y tu asco al escucharla preferir morir junto al hombre que amo que a seguir viva a tu lado. El noble ya no podía contener el pánico de haber sido descubierto. —¡Alastor piedad! Fui débil, me arrepentí nada mas hacerlo, debes creerme, estuve aquí cuando distes tus primeros pasos, en tus primeras palabras, me confundí… —¡TE…CONFUNDISTE! Traicionaste a tu mejor amigo, un casi hermano ¿y te confundiste? Pides piedad, ¿la misma que pediste para mis hermanas? ¿O incluso para mí? Alastor extendió la mano dejando al hombre suspendido en el aire rígido como un tablón, la cara desencajada en un rictus de dolor y terror. La ira del monarca aumentaba sentía el pulso en los oídos y cerro un poco los dedos, solo la primera falange como si su mano fuera una garra. El cuerpo de Igor estaba rojo, sofocándose sentía que la sangre literalmente ardía en sus venas las cuales se marcaban en su cuerpo, el dolor era insoportable, consciente del dolor que arrasaba su cuerpo y no cesaba. Los ojos esmeralda de Alastor se había oscurecido un poco, abrió la mano haciendo que Igor callera al suelo retorciéndose y gimoteando de dolor. —Igor Zelen te despojo de tus títulos y tus tierras. Guardias prendedlo, lleváoslo a la celda mas oscura que tengamos en las mazmorras, después id a sus tierras y traed a su familia, mientras decido sus destinos. Dos guardias uno de ellos un orco lo cargo al hombro ya que el hombre no se tenia en pie. Cuando salieron del salón de trono Alastor se volvió a su sitio y dio una palmada. —Siguiente punto del día…necesitare un nuevo ministro.
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