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Debido a la última visita al poblado costero, Elizabeth se encontraba herida, con su agilidad mermada por una cicatriz que tardaba en sanar. Por las noches aún lloraba las vidas que no pudo salvar
En la aldea se había desatado una búsqueda implacable por todo el reino de la "Pelirroja asesina de los verdugos"
Los rumores sobre sus distintivos rasgos y su supuesto poder oculto la perseguían convirtiéndola en blanco de miradas curiosas y suspicaces. Los aldeanos, temerosos e ignorantes, no tardaban en hostigarla y acosarla si la lograban reconocer provocando en ella un torbellino de emociones que muchas veces desataba su furia con consecuencias devastadoras, reduciendo a los hombres a nada
Las peleas se volvieron algo reiterativo, esparciéndose los eventos rapidamente de boca en boca,otorgándole una fama no deseada.
La misión de Liz era otra y estos rumores no ayudaban asi que optó por tomar un bajo perfil, cubriendo su rostro con una capucha negra que la protegía de las miradas inquisitivas durante el día y revelaba únicamente su determinación en las sombras de la noche.
Debido a la última visita al poblado costero, Elizabeth se encontraba herida, con su agilidad mermada por una cicatriz que tardaba en sanar. Por las noches aún lloraba las vidas que no pudo salvar
En la aldea se había desatado una búsqueda implacable por todo el reino de la "Pelirroja asesina de los verdugos"
Los rumores sobre sus distintivos rasgos y su supuesto poder oculto la perseguían convirtiéndola en blanco de miradas curiosas y suspicaces. Los aldeanos, temerosos e ignorantes, no tardaban en hostigarla y acosarla si la lograban reconocer provocando en ella un torbellino de emociones que muchas veces desataba su furia con consecuencias devastadoras, reduciendo a los hombres a nada
Las peleas se volvieron algo reiterativo, esparciéndose los eventos rapidamente de boca en boca,otorgándole una fama no deseada.
La misión de Liz era otra y estos rumores no ayudaban asi que optó por tomar un bajo perfil, cubriendo su rostro con una capucha negra que la protegía de las miradas inquisitivas durante el día y revelaba únicamente su determinación en las sombras de la noche.
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Debido a la última visita al poblado costero, Elizabeth se encontraba herida, con su agilidad mermada por una cicatriz que tardaba en sanar. Por las noches aún lloraba las vidas que no pudo salvar
En la aldea se había desatado una búsqueda implacable por todo el reino de la "Pelirroja asesina de los verdugos"
Los rumores sobre sus distintivos rasgos y su supuesto poder oculto la perseguían convirtiéndola en blanco de miradas curiosas y suspicaces. Los aldeanos, temerosos e ignorantes, no tardaban en hostigarla y acosarla si la lograban reconocer provocando en ella un torbellino de emociones que muchas veces desataba su furia con consecuencias devastadoras, reduciendo a los hombres a nada
Las peleas se volvieron algo reiterativo, esparciéndose los eventos rapidamente de boca en boca,otorgándole una fama no deseada.
La misión de Liz era otra y estos rumores no ayudaban asi que optó por tomar un bajo perfil, cubriendo su rostro con una capucha negra que la protegía de las miradas inquisitivas durante el día y revelaba únicamente su determinación en las sombras de la noche.
