Una vez al año, hay que dejar un tributo al dios de los abandonados, aquellas personas que no tienen nada y no pertenecen a ningún lado deben pagar una vez cada año, no tenemos a nadie que llore nuestra muerte, o nos acompañe en nuestra desgracia, el dios que nos acompaña y nos espera a cada final del día, el primero que nos saluda al despertar, aquel que nos visita cuando enfermamos y aquel que nos lleva en nuestro ultimo viaje, una vez al año damos una ofrenda para el que no deja a los abandonados - Loken prendía una vela dejándola en aquel callejón oscuro donde comenzó su vida, de igual manera saco una moneda de cobre por su infancia, una moneda de bronce por su adolescencia y una moneda de oro por su adultez-
Una vez al año, hay que dejar un tributo al dios de los abandonados, aquellas personas que no tienen nada y no pertenecen a ningún lado deben pagar una vez cada año, no tenemos a nadie que llore nuestra muerte, o nos acompañe en nuestra desgracia, el dios que nos acompaña y nos espera a cada final del día, el primero que nos saluda al despertar, aquel que nos visita cuando enfermamos y aquel que nos lleva en nuestro ultimo viaje, una vez al año damos una ofrenda para el que no deja a los abandonados - Loken prendía una vela dejándola en aquel callejón oscuro donde comenzó su vida, de igual manera saco una moneda de cobre por su infancia, una moneda de bronce por su adolescencia y una moneda de oro por su adultez-
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