En sus sueños, siempre vuelve a él, esa imagen tan vívida que casi puede sentirla. La ve allí, su figura involuta en gracia como una dulce deidad, inmediatamente logró dislumbrarla un manto oscuro aparece y ella se funde con la noche misma. Ella tan distante y enigmática, y sin embargo, el centro de su universo.
Imagina cómo sería... cómo se sentiría si alguna vez sus labios se encontraran. Un segundo que se convierte en la eternidad misma, sus ojos se cierran pero sus corazones se abren y, por un breve instante, el peso de la corona desaparece, el trono se desvanece, y sólo quedan ella y él, suspendidos en la más enternecedora de las calmas. El toque de sus labios, ¿Sería suave como la seda o firme como sus enseñanzas? ¿Tendría el sabor de la sabiduría que tantas veces le ha compartido, o el dulzor del dulce y más puro amor?
No sabe si sus pensamientos alguna vez han rozado los suyos, si en su corazón, existe un espacio para él, para un tipo de amor más profundo. Pero en esta fantasía, ese beso... ese beso lo cambia todo. No es un simple gesto, es la unión de dos almas, un destello de luz. Una esperanza inamovible.
Y aunque sabe que posiblemente nunca sepa la respuesta, que su deseo es tan endeble como la arena misma. Más no dejará de estar aferrado a su sentir.
Imagina cómo sería... cómo se sentiría si alguna vez sus labios se encontraran. Un segundo que se convierte en la eternidad misma, sus ojos se cierran pero sus corazones se abren y, por un breve instante, el peso de la corona desaparece, el trono se desvanece, y sólo quedan ella y él, suspendidos en la más enternecedora de las calmas. El toque de sus labios, ¿Sería suave como la seda o firme como sus enseñanzas? ¿Tendría el sabor de la sabiduría que tantas veces le ha compartido, o el dulzor del dulce y más puro amor?
No sabe si sus pensamientos alguna vez han rozado los suyos, si en su corazón, existe un espacio para él, para un tipo de amor más profundo. Pero en esta fantasía, ese beso... ese beso lo cambia todo. No es un simple gesto, es la unión de dos almas, un destello de luz. Una esperanza inamovible.
Y aunque sabe que posiblemente nunca sepa la respuesta, que su deseo es tan endeble como la arena misma. Más no dejará de estar aferrado a su sentir.
En sus sueños, siempre vuelve a él, esa imagen tan vívida que casi puede sentirla. La ve allí, su figura involuta en gracia como una dulce deidad, inmediatamente logró dislumbrarla un manto oscuro aparece y ella se funde con la noche misma. Ella tan distante y enigmática, y sin embargo, el centro de su universo.
Imagina cómo sería... cómo se sentiría si alguna vez sus labios se encontraran. Un segundo que se convierte en la eternidad misma, sus ojos se cierran pero sus corazones se abren y, por un breve instante, el peso de la corona desaparece, el trono se desvanece, y sólo quedan ella y él, suspendidos en la más enternecedora de las calmas. El toque de sus labios, ¿Sería suave como la seda o firme como sus enseñanzas? ¿Tendría el sabor de la sabiduría que tantas veces le ha compartido, o el dulzor del dulce y más puro amor?
No sabe si sus pensamientos alguna vez han rozado los suyos, si en su corazón, existe un espacio para él, para un tipo de amor más profundo. Pero en esta fantasía, ese beso... ese beso lo cambia todo. No es un simple gesto, es la unión de dos almas, un destello de luz. Una esperanza inamovible.
Y aunque sabe que posiblemente nunca sepa la respuesta, que su deseo es tan endeble como la arena misma. Más no dejará de estar aferrado a su sentir.