Nada es eterno, como lo es todo en nuestro pequeño universo, destinado a la extinción, me aferró a mi orgullo, a mi propia fé, a lo que soy, un Basilio, un Dragón de sangre ardiente y dulce pasión
Nada es eterno, como lo es todo en nuestro pequeño universo, destinado a la extinción, me aferró a mi orgullo, a mi propia fé, a lo que soy, un Basilio, un Dragón de sangre ardiente y dulce pasión