Hello cousin
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⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀𝐻𝑒𝑦, 𝑐𝑜𝑢𝑠𝑖𝑛
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ 𝑇ℎ𝑒𝑟𝑒'𝑠 𝑎𝑛 𝑒𝑛𝑑𝑙𝑒𝑠𝑠 𝑟𝑜𝑎𝑑 𝑡𝑜 𝑟𝑒𝑑𝑖𝑠𝑐𝑜𝑣𝑒𝑟
⤹ starter para Jaime Lannister
—Cuando Lyon se subió a aquel barco, años ha, nunca pensó que volvería a Poniente, mucho menos que volvería a ver y hablar con miembros de su familia. Pero la vida nunca sale como uno la planea, eso el león marino lo sabía bastante bien. Ya fue una sorpresa encontrarse con Tyrion cuando llegó a Meereen en busca de Daenerys, aunque sin duda había sido una grata sorpresa. Al final era de los pocos miembros de su familia a los que no odiaba, hasta podía sentirse identificado, ambos repudiados por ser quiénes eran, razón de más para no odiarle. Y fue a causa de este mismo que el primogénito de Kevan decidió quedarse en dicha ciudad, ponerse a las órdenes de Daenerys y marchar junto a ella a Poniente. A la reina ya le venía bien, necesitaba barcos y él era capitán de toda una flota y, como repudiaba su apellido y a todos los que lo portaban (a excepción de tan solo un par de personas que siguieran con vida) no era tampoco problema. Así fue como volvió a los Siete Reinos.
Las cosas habían cambiado mucho desde que se había ido, habían pasado décadas al fin de cuentas, pero la esencia era la misma: traición, sed de poder y/o venganza, guerra y sangre, mucha sangre. No lo echaba de menos, no iba a mentir. Lo bueno era que se habían asentado en Rocadragón y eso sí que era nuevo para él, pues nunca antes había puesto un pie en aquella isla, mucho menos en la fortaleza, algo era algo. Le gustaba, en realidad, poder ver el mar desde prácticamente cualquier parte de la fortaleza, ver a Drogon, Rhaegal y Viserion sobrevolar la zona, imaginando que, antaño, eso era la normalidad del lugar. Y siempre pensaba lo mismo: la facilidad de las cosas para cambiar en relativo poco tiempo. Sí, los dragones habían vuelto a Rocadragón, pero lo habían hecho acompañados de inmaculados, dothraki y Lannisters.
Pero a pesar los inmaculados, los dothraki y las tres bestias aladas escupe fuego había alguien lo suficiente estúpido como para infiltrarse en la fortaleza. Cualquiera que fuese el objetivo poco importaba, pues de ser aliado, o alguien con intención de convertirse en uno, no habrían entrado a escondidas, sino que lo habrían hecho por la puerta principal y anunciándose. Así pues, imbéciles. Pero claro, la curiosidad era fuerte en él, por lo que antes de que llegase siquiera a oídos de la reina, Lyon ya estaba entrando en los calabozos a ver quién era el estúpido en cuestión. Ver allí a su primo fue, realmente, lo último que esperaba—
Tienes que estar de broma —dijo acercándose hasta la celda en la que se encontraba el Matarreyes, con una ceja arqueada completamente. No podía ser verdad, debía haber perdido la cabeza, junto a su mano— ¿Te has vuelto completamente loco? —dijo sin decoro ninguno, ninguna formalidad ni absolutamente nada— Si tantas ganas tenías de morir era más fácil clavar tu propia espada en tu cuello, primo —se apoyó sobre los barrotes, negando con la cabeza, sin apartar su mirada del otro león—
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀𝐻𝑒𝑦, 𝑐𝑜𝑢𝑠𝑖𝑛
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ 𝑇ℎ𝑒𝑟𝑒'𝑠 𝑎𝑛 𝑒𝑛𝑑𝑙𝑒𝑠𝑠 𝑟𝑜𝑎𝑑 𝑡𝑜 𝑟𝑒𝑑𝑖𝑠𝑐𝑜𝑣𝑒𝑟
⤹ starter para Jaime Lannister
—Cuando Lyon se subió a aquel barco, años ha, nunca pensó que volvería a Poniente, mucho menos que volvería a ver y hablar con miembros de su familia. Pero la vida nunca sale como uno la planea, eso el león marino lo sabía bastante bien. Ya fue una sorpresa encontrarse con Tyrion cuando llegó a Meereen en busca de Daenerys, aunque sin duda había sido una grata sorpresa. Al final era de los pocos miembros de su familia a los que no odiaba, hasta podía sentirse identificado, ambos repudiados por ser quiénes eran, razón de más para no odiarle. Y fue a causa de este mismo que el primogénito de Kevan decidió quedarse en dicha ciudad, ponerse a las órdenes de Daenerys y marchar junto a ella a Poniente. A la reina ya le venía bien, necesitaba barcos y él era capitán de toda una flota y, como repudiaba su apellido y a todos los que lo portaban (a excepción de tan solo un par de personas que siguieran con vida) no era tampoco problema. Así fue como volvió a los Siete Reinos.
Las cosas habían cambiado mucho desde que se había ido, habían pasado décadas al fin de cuentas, pero la esencia era la misma: traición, sed de poder y/o venganza, guerra y sangre, mucha sangre. No lo echaba de menos, no iba a mentir. Lo bueno era que se habían asentado en Rocadragón y eso sí que era nuevo para él, pues nunca antes había puesto un pie en aquella isla, mucho menos en la fortaleza, algo era algo. Le gustaba, en realidad, poder ver el mar desde prácticamente cualquier parte de la fortaleza, ver a Drogon, Rhaegal y Viserion sobrevolar la zona, imaginando que, antaño, eso era la normalidad del lugar. Y siempre pensaba lo mismo: la facilidad de las cosas para cambiar en relativo poco tiempo. Sí, los dragones habían vuelto a Rocadragón, pero lo habían hecho acompañados de inmaculados, dothraki y Lannisters.
Pero a pesar los inmaculados, los dothraki y las tres bestias aladas escupe fuego había alguien lo suficiente estúpido como para infiltrarse en la fortaleza. Cualquiera que fuese el objetivo poco importaba, pues de ser aliado, o alguien con intención de convertirse en uno, no habrían entrado a escondidas, sino que lo habrían hecho por la puerta principal y anunciándose. Así pues, imbéciles. Pero claro, la curiosidad era fuerte en él, por lo que antes de que llegase siquiera a oídos de la reina, Lyon ya estaba entrando en los calabozos a ver quién era el estúpido en cuestión. Ver allí a su primo fue, realmente, lo último que esperaba—
Tienes que estar de broma —dijo acercándose hasta la celda en la que se encontraba el Matarreyes, con una ceja arqueada completamente. No podía ser verdad, debía haber perdido la cabeza, junto a su mano— ¿Te has vuelto completamente loco? —dijo sin decoro ninguno, ninguna formalidad ni absolutamente nada— Si tantas ganas tenías de morir era más fácil clavar tu propia espada en tu cuello, primo —se apoyó sobre los barrotes, negando con la cabeza, sin apartar su mirada del otro león—
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⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀𝐻𝑒𝑦, 𝑐𝑜𝑢𝑠𝑖𝑛
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ 𝑇ℎ𝑒𝑟𝑒'𝑠 𝑎𝑛 𝑒𝑛𝑑𝑙𝑒𝑠𝑠 𝑟𝑜𝑎𝑑 𝑡𝑜 𝑟𝑒𝑑𝑖𝑠𝑐𝑜𝑣𝑒𝑟
⤹ starter para [The_Lion]
—Cuando Lyon se subió a aquel barco, años ha, nunca pensó que volvería a Poniente, mucho menos que volvería a ver y hablar con miembros de su familia. Pero la vida nunca sale como uno la planea, eso el león marino lo sabía bastante bien. Ya fue una sorpresa encontrarse con Tyrion cuando llegó a Meereen en busca de Daenerys, aunque sin duda había sido una grata sorpresa. Al final era de los pocos miembros de su familia a los que no odiaba, hasta podía sentirse identificado, ambos repudiados por ser quiénes eran, razón de más para no odiarle. Y fue a causa de este mismo que el primogénito de Kevan decidió quedarse en dicha ciudad, ponerse a las órdenes de Daenerys y marchar junto a ella a Poniente. A la reina ya le venía bien, necesitaba barcos y él era capitán de toda una flota y, como repudiaba su apellido y a todos los que lo portaban (a excepción de tan solo un par de personas que siguieran con vida) no era tampoco problema. Así fue como volvió a los Siete Reinos.
Las cosas habían cambiado mucho desde que se había ido, habían pasado décadas al fin de cuentas, pero la esencia era la misma: traición, sed de poder y/o venganza, guerra y sangre, mucha sangre. No lo echaba de menos, no iba a mentir. Lo bueno era que se habían asentado en Rocadragón y eso sí que era nuevo para él, pues nunca antes había puesto un pie en aquella isla, mucho menos en la fortaleza, algo era algo. Le gustaba, en realidad, poder ver el mar desde prácticamente cualquier parte de la fortaleza, ver a Drogon, Rhaegal y Viserion sobrevolar la zona, imaginando que, antaño, eso era la normalidad del lugar. Y siempre pensaba lo mismo: la facilidad de las cosas para cambiar en relativo poco tiempo. Sí, los dragones habían vuelto a Rocadragón, pero lo habían hecho acompañados de inmaculados, dothraki y Lannisters.
Pero a pesar los inmaculados, los dothraki y las tres bestias aladas escupe fuego había alguien lo suficiente estúpido como para infiltrarse en la fortaleza. Cualquiera que fuese el objetivo poco importaba, pues de ser aliado, o alguien con intención de convertirse en uno, no habrían entrado a escondidas, sino que lo habrían hecho por la puerta principal y anunciándose. Así pues, imbéciles. Pero claro, la curiosidad era fuerte en él, por lo que antes de que llegase siquiera a oídos de la reina, Lyon ya estaba entrando en los calabozos a ver quién era el estúpido en cuestión. Ver allí a su primo fue, realmente, lo último que esperaba—
Tienes que estar de broma —dijo acercándose hasta la celda en la que se encontraba el Matarreyes, con una ceja arqueada completamente. No podía ser verdad, debía haber perdido la cabeza, junto a su mano— ¿Te has vuelto completamente loco? —dijo sin decoro ninguno, ninguna formalidad ni absolutamente nada— Si tantas ganas tenías de morir era más fácil clavar tu propia espada en tu cuello, primo —se apoyó sobre los barrotes, negando con la cabeza, sin apartar su mirada del otro león—
Tipo
Individual
Líneas
Cualquier línea
Estado
Disponible